"Sostenibilidad es mejorar simultáneamente en lo económico, ambiental y social"
El representante destaca la iniciativa Sostenibles por Naturaleza, un programa orientado a fortalecer las capacidades de las empresas regionales para transitar hacia modelos de gestión sostenibles. La estrategia incorpora herramientas e innovaciones que optimizan el uso del agua y la energía, mejoran la gestión de residuos y promueven entornos laborales centrados en las personas
María José Arriagada G.
¿Cuál es el principal objetivo del proyecto Sostenibles por Naturaleza?
-Sostenibles por Naturaleza nace a fines de 2022 con un objetivo claro: apoyar a las empresas que quieren ser sostenibles. Nos preguntamos, a partir de las múltiples crisis que vivimos -ambiental, económica y social-, ¿por qué no todas las empresas avanzan hacia la sostenibilidad? Y nos dimos cuenta de que no es por falta de voluntad o porque sean "malas", sino porque existen barreras estructurales que dificultan ese camino, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas.
Por eso, esta iniciativa busca entregar un sistema de apoyo concreto, que ayude a las empresas a transformarse y mejorar su relación con cuatro elementos clave: el agua, la energía, los residuos y, sobre todo, las personas.
-¿Qué herramientas o apoyos concretos están entregando a los emprendimientos para facilitar su transición hacia la sostenibilidad?
-Por un lado, están los apoyos más tradicionales, como las convocatorias de Corfo y Fomento Los Ríos, que entregan subsidios para adquirir equipamiento -lo que llamamos "fierro y cemento"-, una base importante para comenzar. Pero también hemos detectado barreras menos visibles, por lo que hemos sumado herramientas más innovadoras. Por ejemplo, hoy estamos impulsando un programa de becas para formar gestores energéticos dentro de las propias empresas, fortaleciendo su capital humano.
Además, apoyamos a grandes empresas para que trabajen con sus proveedores más pequeños en mejorar su sostenibilidad, y fomentamos programas asociativos que permiten a varias empresas avanzar juntas, con menor costo y mayor impacto.
-¿Y en relación a los beneficios, qué observan?
-En cuanto a los beneficios de esta transición, lo primero que hay que decir es que la sostenibilidad no es solo medioambiente: es mejorar simultáneamente en lo económico, ambiental y social. Y sí, el beneficio económico suele ser el más evidente al principio. Muchas empresas comienzan, por ejemplo, con programas de eficiencia energética, reducción de residuos o uso eficiente del agua, y eso se traduce directamente en ahorro de costos. También hemos visto mejoras en lo laboral: empresas que invierten en mejores condiciones para sus trabajadores reducen el ausentismo, las licencias médicas y, en general, mejoran su clima organizacional.
Desde lo ambiental y lo social, el principal beneficio es la proyección a futuro. La sostenibilidad ya no es opcional: en pocos años será un estándar. Y además, para las empresas que buscan exportar o integrarse a cadenas de valor más exigentes -como las europeas-, las certificaciones y prácticas sostenibles ya son requisitos clave. En resumen, ser sostenible hoy es una ventaja competitiva… y muy pronto será una condición para seguir existiendo.
-¿Cómo se vincula esta iniciativa con otros programas de Corfo que promueven el desarrollo sostenible en la región?
-Sostenibles por Naturaleza no solo nos llevó a pensar en cómo entregar subsidios, sino que nos obligó a construir una plataforma que integrara distintos apoyos y actores del ecosistema. Te doy un ejemplo concreto: una cosa es ayudar a las empresas a innovar con foco sostenible -para eso tenemos instrumentos específicos-, pero también nos dimos cuenta de que faltaba una instancia que acompañara a los emprendimientos desde el inicio, porque no es lo mismo emprender de forma tradicional que hacerlo con criterios de sostenibilidad.
Otro caso importante es el del Centro de Biotecnología para la Sostenibilidad, un proyecto que estamos desarrollando junto al Gobierno Regional y Corfo nacional. Es una infraestructura de largo plazo -con financiamiento proyectado por 10 años- que permitirá escalar soluciones biotecnológicas para desafíos como el agua o los residuos, tanto a nivel nacional como internacional. Además, busca incentivar que las empresas tradicionales se sumen y comiencen a incorporar servicios sostenibles en sus operaciones.
-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los emprendimientos locales al adoptar prácticas sostenibles?
-Cuando hablamos de sostenibilidad, los desafíos están muy ligados a las barreras que enfrentan los emprendimientos. Y estos desafíos no son exclusivos de nuestra región; se repiten a nivel nacional e incluso en experiencias internacionales.
El primer gran desafío es comprender que la sostenibilidad es compleja. No se trata solo de una acción puntual, sino de incorporar nuevos conocimientos, abrir el modelo de negocio y, muchas veces, sumar nuevas personas al equipo que aporten una mirada distinta. El segundo desafío es el financiamiento. Aún falta desarrollar más y mejores instrumentos de financiamiento verde. Necesitamos que la banca entienda que los proyectos sostenibles pueden no tener un retorno inmediato, pero sí generan beneficios económicos a mediano y largo plazo, lo que requiere evaluarlos con otros criterios.
Un tercer punto clave es la falta de una red de proveedores sostenibles, especialmente en regiones como Los Ríos, La Araucanía o Ñuble. Esa red es fundamental para que más emprendimientos puedan avanzar sin tener que mirar siempre hacia Santiago o fuera del país. Y, por último, desde Sostenibles por Naturaleza, estamos enfrentando el desafío de escalar este modelo al resto del país. Por eso, estamos desarrollando un software que esperamos lanzar a fines de este año, que permitirá a cualquier empresa en Chile autogestionar su camino hacia la sostenibilidad, con indicadores claros y herramientas prácticas.l