Pedro Bárcena González
Imposible retraerse. Los recuerdos siguen muy fuertes y penan a cada segundo las falencias indagatorias. Son como pesados lastres que impiden el descanso de una persona querida por la comunidad del sur de la Isla. Su familia lo reconoce, no puede olvidar, tampoco lo quiere hacer para encontrar justicia para su ser querido. Hace una década que partió, pero sus seres queridos no claudican en busca de la verdad. Exigen respuestas. Jorge Mansilla Miranda (40) todavía está muy presente y sus parientes aguardan por lo que aseguran fue un homicidio se aclare de una vez por todas.
Durante las jornada de ayer se cumplieron 10 años de las fatídica desaparición del bombero en el sector de Díaz Lira en la comuna de Queilen. Parecía un viaje rutinario en su camión, cortando camino por esta ruta secundaria. La conocía de memoria. Sin embargo, una nebulosa se posó sobre su horizonte. Un leve accidente, la máquina junto a la vía y ningún antecedente sobre el paradero del transportista.
Esta fría secuencia que surgió a las primeras horas de este caso se mantiene como parte de las escasas certezas que se han desentrañado. Más allá que eventuales testigos lo divisaron pidiendo ayuda, que jóvenes se apoderaron de algunas de sus especies y que, incluso, sus restos óseos aparecieran a unos 6 kilómetros de distancia, en el sector Quemay, desde fines de octubre del 2008, la causa no avanza. Es más, se entrampa en un verdadero halo de impunidad.
Así lo reconoce Yuri Mansilla, hermano de la víctima, quien literalmente se ha mantenido al pie del cañón en busca de justicia. Y pese a los golpes de una indagatoria que califica como "deficiente", no cesa en su tarea por encontrar a quienes mataron a su ser querido. Sí, porque no duda en señalar que todo se trata de un crimen. Un asesinato oculto ferozmente, pero que está luchando por esclarecer.
Recuerdo
En este aniversario del extravío, el quellonino no oculta su tristeza. Incluso, enfatiza que "lo recordaremos de manera interna. Es difícil para todos... imagínate nuestra madre, volver a revivir toda esta pesadilla que vivió su hijo".
Esta desazón aumenta con la falta de intensidad investigativa. No hay señales de avance y nuevamente se está a la espera para que la policía entregue conclusiones. "Hemos pedido varias diligencias. Incluso, me reuní con el abogado Sergio Coronado que se interesó en el caso y nos remitió dos informes con pesquisas que buscamos transmitir al Ministerio Público, pero no hemos sabido nada sobre la realización de estas acciones", explica.
Mansilla asegura que no existe mayor acercamiento con el ente persecutor. La última reunión la sitúa en noviembre del 2015 y además recuerda que se tildó el caso como emblemático, esperando por una cobertura que aún espera.
"Pedimos que se pusiera mayor atención al caso. Incluso, el fiscal regional nos dijo el 2011 que el caso es prioridad para el organismo y que recibiríamos todos los recursos necesarios. Nos quedamos conformes, pero todavía estamos esperando por resultados... Realmente ha faltado una buena investigación y mayor dedicación", critica el hermano del bombero fallecido.
Asimismo, los parientes de "Coke" aguardan por la entrega del cuerpo. "Hemos realizado la petición para sepultarlo, independiente de la indagatoria, pero los restos no se entregarán en espera de otros eventuales exámenes, pero qué exámenes, no se nos ha informado de nada nuevo hace mucho tiempo", asevera Yuri Mansilla.
En tanto, el fiscal jefe de Castro, Enrique Canales, fue claro en señalar que la causa se abrió a un nuevo equipo investigativo, correspondiente al OS-9 de Carabineros. Por meses ha repasado los antecedentes recopilados en busca de generar nuevas líneas indagatorias, todo como lo especificó el abogado, con la misión de resolver este complejo caso.
"Un equipo del OS-9 de Santiago comenzó con estas tareas, antes que se conformara su símil de Puerto Montt, que ahora está a cargo de las pesquisas", expresa el persecutor.
Osamentas
En cuanto a las osamentas, el fiscal detalla que aún se mantienen en el Servicio Médico Legal de la capital del país, en espera de otras pericias que puedan aparecer. "Una vez que queden acotadas las diligencias se procederán a su entrega. Mientras no llegue un informe en que se dé cuenta en que no se necesitan nuevas pesquisas a los restos los entregamos, antes no", aclara.
Canales enfatiza que el hermano de la víctima está al tanto de esta realidad y que ha tenido acceso directo a la investigación, incluyendo su participación en reuniones con el equipo investigador.
"Se está haciendo un esfuerzo adicional, generando otras líneas indagatorias para encontrar respuestas", acuña el persecutor, afirmando que las labores continúan, más allá que en 10 años no exista nada claro sobre lo sucedido con Jorge Mansilla.
Apoyo
Enrique Cárcamo, amigo y compañero de Jorge Mansilla en la Primera Compañía de Bomberos de Quellón, indica que "es muy triste todo lo sucedido. Su familia no sabe lo que le pasó, qué le hicieron y además no pueden sepultarlo". Agrega que como unidad anoche visitaban a los parientes para darles su apoyo.
40 años tenía el transportista al momento de extraviarse en Díaz Lira.