Liderazgo femenino: Un deber de todos
Si bien las mujeres se han logrado incorporar poco a poco con igualdad de condiciones al mundo laboral, todavía existen una serie de obstáculos en cuanto a balance de género. Un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló que durante 2015 solo un 48,2% de las mujeres en edad de trabajar participó en el mercado laboral, a diferencia del 71,5% que alcanzó la tasa de los hombres en la misma condición. Además, reflejó que solo un 27,4% de quienes se encontraban en puestos de alta responsabilidad eran mujeres y solo un 23,9% del total de empleadores en Chile pertenecían al género femenino.
¿Qué hacer para disminuir estas brechas y romper este círculo? ¿Cómo cambiar las culturas organizacionales?
El sector privado tiene mucho por hacer para lograr un real cambio cultural que permita a hombres y mujeres desarrollarse en igualdad de derechos, lo que en la práctica significa que debemos trabajar en establecer políticas efectivas que promuevan el balance de género. No se trata de dar más espacio a las mujeres en cargos representativos, sino de demostrar que sus competencias, conocimiento, influencia y liderazgo son inherentes al género, y están directamente relacionadas con los niveles de competitividad, ventajas y rentabilidad de las compañías.
La visión de las mujeres en la alta dirección de una empresa es clave, ya que estas aportan un estilo de liderazgo más colaborativo, desarrollan espacios seguros, con un estilo de solución de problemas comunicativo, con foco en lo compartido de las relaciones y con procesos de toma de decisión profundos y detallados que integran lo racional con la intuición. Al respecto, un reciente estudio del Peterson Institute for International Economics, demostró que las empresas que cuentan con un 30% como mínimo de participación femenina, pueden llegar a aumentar su rentabilidad en hasta un 15%.
Si consideramos lo anterior, las empresas tenemos el deber de dejar de lado las buenas intenciones y poner en práctica políticas que permitan a las mujeres desarrollarse con igualdad de condiciones. Hombres y mujeres tenemos competencias comunes y complementarias y para ser un líder hay que ser capaz de mover a la gente, trabajar en equipo, tener una mirada positiva de los desafíos y una visión estratégica. En Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos lo hemos puesto en práctica y hoy el 55% de los colaboradores son mujeres y un 45% hombres. Además, ya alcanzamos la cifra de un 47% de mujeres en cargos gerenciales o jefaturas.
La mujer de hoy cuenta con todas las herramientas para ejercer posiciones de liderazgo, pero para su éxito, las empresas debemos adquirir el compromiso de garantizar y fortalecer el camino de toda la compañía, independiente de su tamaño, hacia una cultura inclusiva, integradora y con visión de futuro. Es deber de todos.
Thierry Guihard,
Director General Sodexo Servicios
de Beneficios e Incentivos