Ricardo Mundaca I.
Un importante logro obtuvo el Liceo Paulo Freire de Quellón al conquistar el primer lugar en el Tercer Concurso Nacional de Innovación Pedagógica, organizado por la Universidad Andrés Bello, en la categoría establecimientos educacionales. La ceremonia donde recibieron este estímulo se llevó a cabo en el Campus Casona de Las Condes de esa casa de estudios superiores en Santiago.
La instancia, que convocó a profesores y establecimientos de todo Chile, tenía por objeto destacar las iniciativas de quienes se han atrevido a transformar la educación, aportando desde su propia experiencia.
El proyecto con el cual se impuso el recinto municipalizado chilote fue ideado y presentado por el director del mismo, el profesor de Química Manfredo Langer Ramírez, quien lidera este proyecto educativo en Quellón hace un año y medio.
Alcances
El educador explicó los alcances de este proyecto: "Reformulación JEC (Jornada Escolar Completa) en función del Juego Sensomotor para el aprendizaje de Nomenclatura de Química Orgánica, diagrama de Lewis y enlace químico".
"Se trata de una forma distinta de aprender, probablemente más natural. Lo que busca es que los niños no estén simplemente sentados 38 o 42 horas en una sala de clases, sino que a través del juego puedan lograr aprendizajes también, conociendo que el juego en la historia humana siempre tuvo un rol importante en las sociedades ancestrales", aclaró.
El docente profundizó señalando que "era una forma como se transmitía el conocimiento, y eso no debería perderse porque es parte de nuestro acervo como especie. Por lo tanto, se trata de recuperar eso y lograr que cierto lenguaje pueda ser adquirido de manera más fácil y natural".
El Liceo Paulo Freire ya venía trabajando en ese sentido. Así lo explicó el director, sumando que habían creado una asignatura dentro de la jornada escolar completa que se llama "Aprendizaje Kinestésico Corporal de Ciencias y Matemáticas".
Agrega Langer que lo que se persigue con esto son dos cosas: "Una es que los niños tengan más tiempo de educación física, dado el nivel de sedentarismo que existe en la sociedad, y segundo que puedan aprender matemáticas y ciencias de otra forma, no solo memorizando, entendiendo que los seres humanos aprendemos de maneras diversas".
Asimismo, el profesor enfatizó que con esta iniciativa, los niños aprenden nomenclatura de química orgánica, "que es enseñar los nombres que tienen los compuestos orgánicos y ellos, con sus cuerpos, en el patio, a través de carreras, de tomarse las manos, van formando moléculas orgánicas, haciendo círculos, rondas y entrelazándose", especificó.
La fuente recalcó que le gustaría que este método se ampliara a otras asignaturas dentro del Liceo Paulo Freire, o bien sirva como referente a otros establecimientos.
Estudiantes
Andrea Triviño, alumna de primero medio "Corcovado", destacó esta experiencia, señalando que "el estar aprendiendo química con educación física me parece muy interesante, debido a lo que yo sé, ningún colegio en la región lo realiza. Es una manera innovadora de aprender ya que uno inconscientemente va adquiriendo estos conocimientos. Sin darse cuenta uno le puede explicar a otros chicos".
La estudiante manifestó que "es tan agradable ir jugando y aprendiendo que se transforma en algo casi natural".
Por su parte, Carlos Jaramillo, del primero medio "Lonquimay", expresó que "es una forma entretenida de aprender. Haciendo lo que más nos gusta aprendemos más, el no estar sentados en una sala de clases todos los días es lo mismo y con esto no".
El premio del concurso, aparte del reconocimiento al trabajo, prestigio y creatividad de este liceo chilote, consistió en tres becas para diplomados on-line en la Universidad Andrés Bello para que los profesores puedan capacitarse y especializarse, además de tres tablets que serán usados para apoyo docente.