Vendió maní por el mundo junto al 'Conejo' y 'Bam Bam'
Partió a Europa gracias a la ayuda del futbolista y del empresario manicero. Después de 10 años 'patiperreando' vuelve a su ciudad natal.
René González ha tenido que dar la vuelta larga. Y no solo metafóricamente hablando, sino también de manera literal, ya que este quillotano de 39 años tuvo que cruzar el viejo continente para poder encontrar su rumbo.
Los gestores de esa aventura fueron dos figuras públicas que por aquel entonces buscaban emprender nuevos desafíos: Luis 'Conejo' Martínez y, nada más ni nada menos, que Iván Luis Zamorano, socio por aquel entonces del empresario manicero. "Fue como en el 2000 cuando vi al 'Conejo' que estaba sentado en una banca fuera de mi casa aquí en el Bajío. Él me contó que conocía a mi hermano y me dijo que quería emprender el negocio del maní acá en Quillota. Pero también me ofreció irme a Santiago para trabajar en el carro que tenía entre Moneda y Ahumada, así que primero me fui para allá y me metí de lleno en el negocio del maní", parte contando René, quien actualmente posee aún su carrito manicero en el sector de la plaza de la vieja estación de Quillota.
A Chipre
Pero eso sería solo el comienzo de una historia llena de viajes y aventuras. Sobre su travesía por Europa confiesa que "el 2004, el 'Conejo' junto a 'Bam Bam' Zamorano, financió a un grupo de chilenos para que nos fuéramos a Chipre a instalarnos en el negocio del maní, donde uno de los escogidos fui yo. Y la verdad es que me fue bastante bien. Pero allá algunos de los compañeros se llevaron las malas costumbres de acá y se pusieron desordenados, por lo que nos terminaron expulsando. En un principio me iba a quedar, ya que quería seguir con el negocio allá, pero al final decidí irme con ellos porque no quería quedarme solo en la isla, así que seguí al grupo hasta Alemania, pero ahí los dejé para comenzar mi propio rumbo. Desde ese momento perdí contacto con ellos y con el 'Conejo'".
Pero lo que parecía ser el fin de su periplo por el viejo mundo, terminó por convertirse en su destino. "Cuando veníamos de vuelta a Chile, tuvimos que hacer escala en Francfort, Alemania. El grupo quería irse para España, yo no estaba convencido porque era muy arriesgado, ya que nos quedaba solo una semana de visa. Además la única forma de llegar hasta ella era en tren desde Francfort, y como tampoco me quería quedar solo en Alemania me fui a España con ellos. Entramos por el norte gracias a una pareja de vascos con la que nos hicimos amigos en la escala de París".
Luego, añade inmediatamente que "ellos eran gente mayor y les caí en gracia porque les mostré una foto junto a Iván Zamorano que andaba trayendo en la billetera. Salíamos en una cena que se hizo en la Ciudad Deportiva antes del viaje, ya que Zamorano prácticamente financió todo el viaje. Resulta que los vascos eran admiradores de 'Bam Bam' y nos llevaron en su automóvil, así que al pasar por la frontera, dijeron que nosotros íbamos con ellos; gracias a eso la policía del País Vasco siquiera nos pidió el pasaporte. Ahora que lo veo, eso fue pura suerte, porque a la hora que nos pillan nos mandan de vuelta al tiro", relató.
Andalucía
"Después de llegar, me fui hasta Madrid, para luego seguir hasta Sevilla y desde ahí hasta Cádiz. Crucé toda España para llegar hasta allí. Llegué con el puro pasaje y andaba sin plata. Conocí a mi primera pareja y unos tíos de ella me mostraron una playa cerca de Cádiz, en el lugar estaba el castillo de Sancti Petri, en medio del mar, era maravilloso. Y me puse a pensar 'y si me pongo con un carrito aquí, demás que me puedo ganar la vida'. El lugar me había encantado, así que decidí al tiro seguir con lo del maní ahí mismo. Al tiempo pude ponerme con un carrito en el paseo marítimo. Al principio la policía nos echó, pero un chileno habló con las autoridades locales y me dejaron instalarme sin ningún problema, aunque estaba prohibido".
Pasaron 10 años de aventuras entre el Atlántico y el Mar Mediterráneo, por lo que René decidió volver a Chile. Desde el 2013 que se encuentra en Quillota , pero los recuerdos y las ganas de volver a un territorio que supo conquistar a fuerza de voluntad siguen presentes: "en España me trataron muy bien. Extraño, creo que volveré pronto".