Seikongen: el barco que nadie quería en Chiloé ni en el resto del territorio
Buque estuvo hundido casi 10 meses en Chonchi con carga de peces podridos.
Si bien el naufragio del wellboat Seikongen del holding CPT Empresas Marítimas S.A., fue en octubre del 2017, durante este año fue protagonista indiscutible de las portadas de los medios de comunicación de Chiloé y el continente.
El barco que inicialmente estaba repleto de más de 200 toneladas de salmones y 67 mil litros de combustible, con los meses se fue convirtiendo en un dolor de cabeza para las autoridades y para los vecinos en una amenaza que generaba desconfianza, temor, recursos judiciales y protestas de distinto calibre.
Tanto es el caso que hasta la semana pasada seguía acaparando la atención sobre todo ahora en la Región del Bío Bío, ya que sus desechos fueron dispuestos en el vertedero Copiulemu en Florida, resultando el pasado 14 de diciembre intoxicados 10 vecinos de ese sector por una sustancia no determinada que los lugareños asocian con los lodos de la materia descompuesta que por casi un año estuvo al interior del barco hundido en las costas de Chonchi.
Dinámica
El buque hacía su primer recorrido luego de su llegada de China y estaba cargando salmones de la empresa Camanchaca frente a las costas de Pilpilehue, cuando comenzó a hacer agua y en una rápida maniobra el capitán lo encalló en el lado oeste del canal Yal, salvando a la tripulación y evitando un desastre mayor por la carga que contenía.
Rápidamente se generó un operativo de la Armada y distintos servicios públicos relacionados con el mar y el medio ambiente, quienes fiscalizaron de cerca las maniobras de sellado para evitar cualquier tipo de contaminación.
Llegó el 2018 y los trabajos de reflote estaban ya encargados a la firma internacional experta en estos trabajos, Ardent Servicios Marítimos Limitada. El plan de reflotamiento del navío presentado por CPT Empresas Marítimas S.A, fue aprobado el 18 de marzo. Sin embargo, recién el 1 de agosto comenzaron las maniobras para ejecutarlo.
Si bien el combustible al interior del barco ya había sido vaciado, los mil litros cúbicos de riles que todavía mantenía en una de sus bodegas prendían la alerta.
Finalmente, el 8 de agosto el buque partió rumbo al norte, sin antes cerrar su estadía en Chiloé con polémica y detenciones de manifestantes que protestaban por su recalada temporal en Ancud.
Depósito
Diversas comunas rechazaron que el contenido del Seikongen fuera depositado en sus territorios, hasta que finalmente en Talcahuano se hizo la disposición final, no exenta de nuevas polémicas.