María Eugenia Núñez G.
Recorre kilómetros para enseñar a sus alumnos en medio de esta pandemia que dejó sin clases presenciales a los escolares. Su nombre es Cristina Barría, profesora de educación básica de la Escuela Chovi-San Juan, en la comuna de Dalcahue.
Con domicilio en Quemchi y bajo estrictas medidas sanitarias, la maestra se traslada de un hogar a otro para tomarles las tareas a sus alumnos, todos de tercero y cuarto básico.
La medida la tomó, como confirma, porque la gran mayoría de ellos no cuenta con los medios tecnológicos para entregar las tareas por mail y mucho menos para hacer clases vía Zoom.
"En marzo y abril entregué el material en las casas de los niños, desde este mes empecé a ir a sus casas y trabajamos juntos las guías, muchas veces porque no cuentan con internet para enviarme las fotos (de los trabajos) y porque también no pueden contar con el apoyo de sus padres para la realización de las guías, una por la falta de tiempo por el trabajo y otra porque a veces hay desconocimiento", explica la docente.
La escuela particular subvencionada Chovi-San Juan, atiende niños de este sector rural y alrededores de la comuna de Dalcahue, muchos de alta vulnerabilidad social.
"El trabajo en casa con mis niños me ha ayudado a conocerlos más, saber cómo están, la realidad que ellos tienen, viven en el campo y muchas veces no me podía contactar con ellos por teléfono por falta de éste o porque no hay señal", indica la profesional.
Respecto a la experiencia recogida en este tiempo, asegura que ha sido de gran aprendizaje.
"Me he acercado más a mis alumnos que antes, uno trata de apoyarlos en lo que más puede. En mayo cuando fui a entregar las guías revisamos juntos el trabajo hecho en abril, lo mismo pasó este mes, a otros los llamo por teléfono y con algunos, que son muy pocos, podemos hacer videollamadas donde hacemos en conjunto las guías de lenguaje y matemáticas", precisa.
El esfuerzo de la maestra se magnifica aún más, considerando que debe viajar por sus medios desde Quemchi. Son 32 alumnos a los que ella atiende entre tercero y cuarto básico, de ellos al menos 20 requieren visita domiciliaria.
"Lo más difícil creo que ha sido el no poder abrazar a mis niños, cuando son pequeños son más cariñosos y uno tiene que explicarles que debemos mantener la distancia social para cuidarnos y así lo hemos hecho cuando trabajamos en sus hogares", acota la profesora, quien añade que no claudicará en seguir ayudando a sus niños.
El esfuerzo de esta maestra es valorado por los apoderados, una de ellas es Johana Santana, quien aclaró que "el trabajo que hace con nuestros hijos es grandioso, es un tremendo apoyo. Ella viene y trabaja con ellos, les dedica tiempo, aclara sus dudas, yo estoy muy agradecida".
Medidas
Pamela Velásquez, jefa de la Unidad Técnico Pedagógica de la Escuela Chovi-San Juan, explica que "nuestro Plan Estratégico de Continuidad de Aprendizajes, se ha implementado de acuerdo a la realidad de nuestros estudiantes, para lo cual nos basamos en variadas estrategias, nuestro objetivo es llegar a cada uno de nuestros niños". Entrega de guías que los mismos maestros reparten a sus alumnos, uso del Zoom y videollamadas, cuando están las condiciones, son parte del plan de trabajo. "También se han efectuado visitas domiciliarias para aquellos estudiantes que no cuenten con medios de comunicación tecnológicos, a los cuales se han podido realizar entrevistas, entrega de material y retroalimentaciones".