la cocina de don tinto
Un bistec para papá
¿Existirá algún padre de familia que no agradezca un grueso y jugoso bistec a modo de atención en su día? Sí, claro. Están los papás vegetarianos, veganos y pertenecientes a otras variadas tribus, pero que -la verdad- no me interesa en lo más mínimo hacerlos partícipes de esta columna -al menos- el día de hoy. Pero volvamos a lo nuestro, a la carne. Y más específicamente al bistec. ¿Qué entendemos por bistec? Se trata de un trozo de carne blando, con algo de grasa infiltrada ojalá y que sea robusto. Es decir, que supere los 250 gramos con holgura. ¿Hasta cuánto puede pesar? Eso depende exclusivamente del hambre -y presupuesto- del comensal. Además, se recomienda siempre consumirse a punto. Es decir, doradito por fuera pero con su interior tibio y aún de color rojo sangrante y bien jugoso. Ahora, si lo prefieren bien cocido allá ustedes, pero créanme que es mucho mejor poco hecho. Ahora bien, ¿por qué bistec? En la mayoría de los países de habla hispana se le conoce como bife, lomo o incluso churrasco. Sin embargo, acá lo llamamos bistec. Dicen algunos que esto se debería al estéril esfuerzo de un compatriota que alguna vez quiso decir a lo gringo "beef steak" pero solo le dio para chamullar el vocablo "bistec", el que sobrevivió hasta nuestros días. Como sea, la gracia de un buen bistec es que se trata de una pieza contundente de carne (los más finitos acá les decimos churrasco), la que con algún mínimo acompañamiento servirá como una comida completa y siempre teniendo al bistec como el protagonista central del plato. No es difícil de preparar y solo hay que seguir algunas mínimas instrucciones para dar con un bistec perfecto, como el que presento en la receta de hoy y que es ideal para -este domingo- celebrar a nuestro progenitor. O, por qué no, celebrarse uno mismo si ya es padre. Vale advertir que además de los ingredientes se consigan una botella de vino tinto, si no, el trabajo no vale.
por Álvaro Peralta / @dontinto
Ingredientes
-1 bistec bien ancho -unos 300 gr- de lomo vetado (también puede ser asiento)
-2 cditas. de mantequilla
-3 dientes de ajo
-1 ramita de romero
-sal, pimienta, romero y aceite de oliva
Calentar a fuego fuerte un sartén de superficie antiadherente. Mientras tanto, salpimentar el bistec por ambos lados y golpear con un cuchillo los dientes de ajo. Luego, bajar el fuego a la mitad y agregar la mantequilla, los dientes de ajo con cáscara, la ramita de romero y un generoso chorro de aceite de oliva. Revolver un poco para que se mezcle todo y cuando la mantequilla esté derretida poner el bistec. Cocinar unos cuatro minutos por cada lado o un poco más si lo quieren más cocido. Es importante -con la ayuda de una cuchara- estar constantemente bañando la carne con los mismos jugos que vaya soltando la carne más el aceite de la sartén. De esta forma, el bistec se perfumará adecuadamente. Una vez listo, ponerlo en un plato (sin ajos ni romero) y acompañar con puré de papas, ensalada o lo que prefieran.