Nicolás Labra G. - Medios Regionales

Debacle absoluta y total. En un partido histórico, el Bayern Múnich goleó sin piedad con un contundente 8-2 al Barcelona y lo eliminó en los cuartos de final de la Champions League, transformándose en la mayor goleada en los registros del torneo, ya sea bajo el formato actual o el antiguo de la Copa de Europa.

La caída libre del club amenaza con ser un terremoto estructural que termine con muchos jugadores fuera. Gerard Piqué (ver breve) pidió cambios que apuntan a la directiva. El entrenador Quique Setién (ver breve) no quiso hablar de su futuro y mucho menos lo hizo el cuestionado presidente Josep Maria Bartomeu, quien tiene un año más de mandato en la entidad.

"No voy a decir las decisiones que son, algunas ya estaban tomadas, otras se tomaran después. Hoy (ayer) es un día para reflexionar", dijo el apuntado Bartomeu, que sacaría a Setién del banco, pero no haría caso a las solicitudes de que llame a elecciones.

En la cancha, el Bayern destrozó a Arturo Vidal -que jugó todo el duelo- y compañía en todos los aspectos. Los alemanes fueron un vendaval que no paró de atacar y presionar con una coordinación y condición física que los tiene como los nuevos favoritos para llevarse el título.

Ya a los tres minutos Thomas Müller abrió la cuenta. El empate con autogol de David Alaba cuatro minutos después fue un espejismo. En media hora repitió Müller y anotaron Ivan Perisic y Serge Gnabry. Descontó Luis Suárez al 57', pero Joshua Kimmich, Robert Lewandowski y dos goles del exculé Philippe Coutinho terminaron de destrozar a un Barcelona abandonado a la deriva en el Estádio da Luz de Lisboa, Portugal.

El Manchester City de Pep Guardiola no sabe lo que es ganar al Olympique de Lyon, aunque el técnico español tiene un buen recuerdo del 2009, cuando venció a los galos en la Champions en el banquillo del Barcelona, edición en la que los culés se alzaron con su tercera orejona.

El choque será hoy a las 15 horas de Chile en el Estadio José Alvalade de Lisboa y esconde un sinfín de alicientes, sin olvidar que el proyecto multimillonario de los 'citizens' que lidera Guardiola tiene la obligación de vencer en una Champions.

El pasado más reciente recuerda a los ingleses que, en la pasada Champions, el Lyon de Rudi García les "robó" cuatro puntos, ya que en Francia empataron a dos y en Manchester vencieron los franceses por 1-2.

Es, precisamente, la última derrota de los de Guardiola en Champions League.

La mayor incógnita que guarda Rudi García es la referencia ofensiva que acompañará al holandés Memphis Depay, jugador al que le ha venido bien el parón por la pandemia, ya que se ha podido recuperar de la rotura de ligamento que sufrió a finales de 2019.

"A un partido todo puede pasar", manifestó Pep Guardiola. "Estamos bien y mañana es el día en el que lo tenemos que demostrar", sentenció el entrenador español.

La primera autocrítica dura tras el fiasco del Barcelona vino de parte de Gerard Piqué. El defensa catalán mandó un recado a la directiva y se ofreció a dejar el club si es necesario.

"Nadie es imprescindible, yo soy el primero que me ofrezco que si tiene que venir sangre nueva y cambiar esta dinámica, soy el primero en irme. Creo que ahora sí que hemos tocado fondo", dijo el defensa tras el encuentro de ayer en Portugal.

Piqué cree que los cambios deben venir también desde arriba. "Fue un partido horrible, una sensación nefasta. Vergüenza es la palabra. El club necesita cambios y no hablo del entrenador ni de los jugadores, el club estructuralmente necesita cambios de todo equipo", destacó.