Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Clasificados
  • Deportes
  • Servicios
  • Estrellas

Humanos hicieron sus primeras camas con lechos de hierbas

Era la forma que tenían para dormir cómodos y libres de plagas, hace al menos 200 mil años.
E-mail Compartir

C.I. / Efe - Medios Regionales

Los habitantes de la Edad de Piedra del sur de África utilizaron una mezcla de hierbas y cenizas para crear una cama cómoda y libre de plagas hace al menos 200.000 años. Así lo determinó un estudio publicado en la revista Science.

Los hallazgos representan el primer uso humano conocido de lechos de hierba, superando, en más de 100.000 años, la evidencia anterior de este tipo de comportamiento, según dijeron los autores de este trabajo liderado por la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, Sudáfrica.

Debido a que el material vegetal está pobremente preservado en el registro arqueológico, la evidencia del uso temprano de las plantas fuera del entorno alimenticio es rara y a menudo difícil de interpretar. Al menos hasta ahora.

Y es que el uso más antiguo conocido de lechos de plantas por los humanos prehistóricos databa de hace unos 77.000 años, donde las capas de juncos intercaladas con plantas medicinales y las cenizas se utilizaban para cubrir los espacios habitables de las viviendas de los refugios de roca.

Ahora, Lyn Wadley y sus colegas describen los nuevos hallazgos arqueológicos en Border Cave, una cueva en la región de KwaZulu, en Sudáfrica, y los descubrimientos indican que estas prácticas probablemente comenzaron mucho antes.

Efímeras huellas

Este yacimiento contiene un registro bien conservado de ocupación humana intermitente que abarca casi 230.000 años, explica la revista en un resumen del trabajo.

Utilizando una serie de técnicas microscópicas y espectroscópicas, Wadley y su equipo identificaron "las efímeras huellas" del lecho de hierba dentro de las finas láminas de la compleja estratigrafía de la cueva.

Según los hallazgos, los habitantes de la Edad de Piedra de Border Cave utilizaron gavillas de hierbas frondosas para crear un lecho sobre las capas de ceniza, que puede haber sido utilizado para disuadir a las garrapatas y otros insectos.

Además, en la cama más antigua se identificaron restos de alcanforero, una planta aromática que todavía se utiliza en África oriental para repeler insectos.

Los mismos científicos sostienen que los hallazgos sugieren un temprano potencial para la complejidad cognitiva, conductual y social que se hace más evidente en el registro arqueológico a partir de hace 100.000 años.

¿Es seguro tomar agua de una fuente en época de pandemia?

E-mail Compartir

Si bien no existen evidencias de que se pueda contraer el covid-19 del agua en sí, el coronavirus que causa la enfermedad puede sobrevivir en las superficies, por lo que los expertos recomiendan evitar los bebederos en lo posible o limitar el contacto directo al utilizarlos.

En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, hay carteles que piden a los usuarios que utilicen guantes o un pañuelo de papel para activar las fuentes de agua. Si no se tiene nada de eso a mano y necesita utilizarla, los expertos recomiendan lavarse las manos después de hacerlo y evitar tocarse la cara mientras. Tampoco es recomendable dejar que la cara toque el grifo cuando se acerque a beber.

Llenar una botella con agua es mejor que beber directo de la fuente, afirmó Angela Rasmussen, investigadora de virus en la Universidad de Columbia, Estados Unidos. Esto ayuda a garantizar que no se deja saliva en la fuente y ser más seguro para los demás.

Se recomienda tomar estas precauciones porque se cree que las superficies contribuyen a la propagación del coronavirus, aunque los expertos sostienen que la principal vía de contagio es con las gotitas que salen al hablar, toser o estornudar.

Para minimizar el contacto, las escuelas y empresas deberían animar a todo el mundo a llevar su propia agua desde casa, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU.

La ONU asegura que el 43% de las escuelas carece de agua y jabón

E-mail Compartir

La Organización de las Naciones Unidas estima que el 43% de las escuelas en todo el mundo no tiene acceso a agua y jabón para una limpieza de manos básica. El nuevo reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef, la agencia de la ONU para la infancia, se publicó mientras los países tratan de determinar cuándo y cómo reabrir los establecimientos educacionales de forma segura en plena pandemia del coronavirus. Más de un tercio de los 818 millones de niños de todo el mundo que carecían de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas el año pasado estaban en el África subsahariana, apuntó el informe.

Las autoridades deben equilibrar las preocupaciones de salud con las económicas y las sociales a la hora de decidir sobre la vuelta a las aulas, añadió el reporte.