columna
"Plebiscito 25-O"
Para la historia política de Chile, octubre será recordado como el mes de transformaciones y decisiones. Mientras en octubre de 1988 se decidía el retorno a la democracia, en octubre de 2020 estamos ad portas de votar lo que podría ser la acción política y social de mayor envergadura de los últimos 30 años. Los escenarios son diferentes -qué duda cabe-, sin embargo, ambas instancias representan un momento épico de participación ciudadana, compromiso cívico e interés colectivo.
En un Chile consciente de las desigualdades, que aboga por un desarrollo económico que permee todas las capas sociales y clama por sus necesidades, es imperativo acudir a las urnas este 25 de octubre. Todas y todos estamos convocados a ser parte de este proceso, especialmente los más jóvenes, las nuevas generaciones que carecen de las sombras de aquellos que nos tocó vivir en otro Chile, ese donde tener una opinión disímil era incorrecto. Últimamente hemos visto cómo el valor de la democracia parece olvidarse, las demandas sociales latentes en la población y la desafección con las instituciones públicas y actores políticos han contribuido a generar un clima polarizado, no obstante, el plebiscito nos abre una ventana, es una oportunidad de expresar el sentir ciudadano.
Las personas que ostentamos cargos públicos tenemos el deber de actuar con el ejemplo; es más, quienes estamos a la cabeza de las administraciones locales debemos abrir espacios de información a nuestras comunidades y velar por un estricto cumplimiento de las medidas sanitarias en los recintos habilitados para sufragar en tiempos covid-19. En Ancud todo ello ya está en marcha, se han dispuesto siete locales de votación: Escuela Anexa, Liceo Domingo Espiñeira, Liceo Agrícola, Liceo Comercial El Pilar, Liceo Bicentenario, Escuela Rural Villa Chacao y Escuela Rural Sol del Pacífico y se ha iniciado una campaña de difusión que incluye recomendaciones del Servel y Ministerio de Salud para el día de votación.
A dos semanas del plebiscito que determinará si habrá o no una nueva Constitución para la república, tengamos un espacio reflexivo, pensemos lo que queremos para el Chile de mañana. A título personal y en consecuencia con el "No" que voté en 1988, hoy "Apruebo" deseando una carta magna construida en democracia con la representación de hombres y mujeres en una Convención Constitucional. En tanto, a usted vecina/o, lo invito a participar; votando según su preferencia, pero ejerciendo su derecho a sufragio, así reconstruimos y fortalecemos nuestra sociedad. ¡Ah! Y no olvide llevar su mascarilla.
Carlos Gómez,, alcalde de Ancud