El Archipiélago también lamenta la partida del padre Gabriel Guarda
El sacerdote, arquitecto e historiador y ganador de múltiples premios falleció a los 92 años dejando una vasta obra, como sus estudios sobre Chiloé.
L. E. de Chiloé y M. R.
Como uno de los más grandes estudiosos sobre el patrimonio chilote se recuerda en el Archipiélago al religioso valdiviano, Gabriel Guarda Geywitz, quien este viernes falleció a los 92 años en Santiago, tras una extensa vida y obra que en la última década le significaron recompensas de esta parte del mundo.
El historiador, monje benedictino, académico y arquitecto, ganador del Premio Nacional de Historia 1984, recibió múltiples distinciones en el país y el extranjero, en las que se cuentan el Premio Chiloé de Extensión Cultural 2010, de la Municipalidad de Castro, y el Premio Ensamble 2016, del Colegio de Arquitectos de Chile Delegación Chiloé, para los que viajó hasta la Isla para recogerlos, a pesar de su avanzada edad.
Subrayando al país más allá de la capital, como Osorno, Valdivia, Colchagua y el Valle del Elqui, Guarda destacó el patrimonio del Archipiélago en títulos como "Iglesias de Chiloé" (1984), "Los colmeneros de Andrade: contribución a la historia social de Chiloé" (1995), "Los encomenderos de Chiloé" (2002) y "La edad media de Chile: historia de la Iglesia desde la fundación de Santiago a la incorporación de Chiloé, 1541-1826" (2011).
Frente a su deceso, diversas figuras de la provincia recuerdan la estatura intelectual del religioso. Edward Rojas, ganador del Premio Nacional de Arquitectura 2016, reseñó que "la partida del padre Guarda es la pérdida de una gran persona, así como de un gran arquitecto e historiador. Su obra y memoria son parte de nuestro Archipiélago, así como de todos los arquitectos de Chiloé que tuvimos el privilegio y honor de compartir con él".
Su par Christian García indicó que "desde la Delegación Chiloé del Colegio de Arquitectos de Chile sentimos la partida de uno de nuestros colegas más distinguidos, tanto por su aporte a la arquitectura de Chile como a su incalculable aporte en la historia. Nos tranquiliza saber que su partida fue de forma silenciosa en el lugar que él quería. También tranquiliza saber que fue reconocido en vida".
A su vez, el alcalde de Castro, Juan Eduardo Vera, comuna que lo galardonó hace una década con el mayor reconocimiento a la cultura chilota, el Premio Chiloé, calificó en redes sociales a Guarda como "uno de los grandes del siglo XX" e "investigador incansable del patrimonio. Su legado nos acompañará por siempre".
Biografía
Nacido en Valdivia en 1928, en el seno de una familia católica, confesó en una entrevista en 1980, en revista Ercilla, haber sido desordenado en su infancia. Estudió en el Instituto Salesiano de Valdivia y luego, en Santiago, en el Internado Nacional Barros Arana. Al egresar, en 1947, entró a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile, donde fue compañero de Mariano Puga, quien después se dedicaría al sacerdocio y a quien Guarda atribuyó el origen de su vocación religiosa.
En 1953 viajó a Europa para perfeccionar sus estudios de arquitectura y profundizar sus conocimientos históricos. Al regresar a Chile, se integró al grupo de historiadores discípulos de Jaime Eyzaguirre. Se tituló de arquitecto en 1958 y ese mismo año entró a la Orden Benedictina, donde se ordenó como sacerdote en 1968.
Pero no abandonó del todo la arquitectura. Junto a Martín Correa Prieto, diseñó el Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes, precisamente donde falleció este viernes.
En 1968, Guarda se integró a su alma mater como profesor de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología y de Historia Urbana en la de Arquitectura. Dedicaba entonces sus días no solo a la vida monacal, sino también a la investigación sobre la historia urbana y social de la población sureña chilena.
A partir de la década de 1970, comenzó a publicar artículos y libros de historia religiosa, urbana y regional durante el período colonial y las primeras décadas de la República, como "Historia urbana del Reino de Chile", de 1978.
En 1984, a los 55 años, obtuvo el Premio Nacional de Historia "por la destacada labor de investigación y docencia, las intensas actividades de difusión de la cultura histórica del país y sus notables aportes al conocimiento del pasado nacional". Sorprendido, expresó entonces que "Chile tiene historiadores de gran trayectoria" y que el jurado había actuado "benévolamente".
El investigador continuó dedicado a la oración y la reflexión. Se levantaba a las 4.30 horas de la madrugada para orar, celebraba misas y atendía a novicios, sin descuidar estudios y su trabajo cultural. Como él mismo contó en 1980 a Ercilla, "acción y contemplación no tienen por qué estar reñidas".
Guarda acumuló más de 300 publicaciones sobre historia urbana, arquitectónica y otras materias. Su gran labor de rescate del patrimonio cultural arquitectónico de Chiloé, Osorno, Valdivia, Colchagua y otras zonas, y su participación en proyectos como el diseño de la Catedral de Valdivia, acrecentaron su aporte, llevándolo a obtener, por ejemplo, el Premio Bicentenario en 2003.
Se fue "uno de los grandes del siglo XX en Chile", tuiteó Emilio de la Cerda, subsecretario del Patrimonio Cultural. "Toda mi admiración y gratitud a su obra fundamental", escribió comparándolo con Barros Arana y Vicuña Mackenna.
"Agradecemos su gran aporte en el rescate del patrimonio cultural arquitectónico del país", calificó la misnistra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, a Gabriel Guarda, quien fue encontrado muerto en su habitación cuando un hermano religioso le iba a dejar su desayuno.
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