la cocina de don tinto
¿No más palta?
Cada cierto tiempo y por distintos lados se nos hace patente que comer palta a diario puede transformarse en algo complicado e incluso imposible. Es que razones de precio e incluso ambientales no nos estarían dejando más remedio que olvidarnos de la palta. No para siempre, pero al menos de consumirla como lo hacemos en la actualidad. Es que incluso sin ser un producto exclusivo de nuestro territorio, lo cierto es que la manera tan cotidiana que tenemos los chilenos de relacionarnos con la palta es realmente única. Porque aunque en países como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Perú o incluso Argentina no es difícil -ni caro- conseguir palta, en ninguno de esos lugares la palta tiene la presencia que posee acá en Chile, donde la podemos comer sin mayor problema con el desayuno, almuerzo, once o comida. Y ni hablar con nuestra sanguchería tradicional, que la tiene como plato estrella. Así las cosas, me parece difícil que -al menos en el futuro cercano- optemos por otros productos en vez de la palta. Además, dada su versatilidad, me cuesta encontrarle un reemplazante en la cocina. ¿Qué hacer entonces? Lo mismo que venimos haciendo con otros productos como machas, locos, chaguales y varias cosas más que ya no presentan la abundancia de antes. Es decir, consumirlos de manera más esporádica. Ahora bien, si el problema más inminente frente a la palta es su precio, no queda otra que prepararla de manera inteligente, cundidora y ojalá mezclada con ingredientes bien baratos; tal y como se intenta hacer en la receta de hoy.
Ingredientes
(Para cuatro personas)
-2 paltas grandes
-1 tarro de jurel
-4 aceitunas verdes
-2 ajíes verdes
-½ taza de cilantro recién picado
-1 taza de mayonesa
-3 rabanitos
-½ lechuga milanesa limpia y picada bien finita
-3 huevos duros pelados y cortados en gajos
-3 rabanitos lavados y cortados en rodajas súper finas
-sal, aceite de oliva y jugo de limón
Abrir el tarro de jurel, botarle el agua y luego limpiar el pescado desechando sus partes más oscuras y otras duras. Luego, ponerlo en un bol junto con el ají verde picado bien fino (sin semillas ni nervaduras) más el cilantro, la mayonesa y una pizca de sal. Revolver bien hasta formar una pasta homogénea. Finalmente, corregir de sal si fuese necesario y reservar.
Cortar las paltas a la mitad, sacarles el cuesco y luego con una cuchara separarlas de su cáscara sin dañar su carne. Hacerle a cada mitad un pequeño corte horizontal en su base para darle estabilidad. A continuación calentar una grilla muy bien y pasar por ahí las paltas, vuelta y vuelta, medio minuto o poco más por lado. La idea es que las paltas se marquen, no se derritan. Inmediatamente rellenar las paltas con el jurel y coronar cada una con una aceituna encima.
Por último, disponer cada mitad de palta rellena sobre un plato con una cama de lechuga más algunos gajos de huevo duro y rodajas de rabanitos. Aliñar todo con un poco de sal, aceite de oliva y jugo de limón para finalmente servir.
Palta grillada rellena con jurel
por Álvaro Peralta / @dontinto