Lleguemos antes
1 de cada 10 accidentes fatales en Chile se debe al alcohol en la conducción. En consecuencia, se hace necesario reforzar la prevención durante este período, en nuestro entorno, al interior de nuestras familias, escuelas y comunidades.
La Fundación San Carlos de Maipo, creada por la Sociedad del Canal de Maipo, lleva casi una década trabajando en el concepto de la prevención social temprana, con el objetivo de fortalecer los factores protectores para el abordaje sistemático de los factores de riesgo que permitan evitar el desarrollo de conductas problemáticas como el consumo excesivo de alcohol y drogas, la violencia, la delincuencia, la ansiedad o la depresión en la Infancia.
En este sentido, el programa Familias Unidas, cuyo foco está en las habilidades comunicacionales de las familias, creado por la Universidad de Miami, Estados Unidos, hace más de 20 años, e implementado en Chile por la fundación, da cuenta de una disminución de 6 veces en el número de ocasiones de consumo de alcohol y de tabaco en los últimos 30 días en aquellos adolescentes tres años después de haber participado del programa. Así también, permite bajar 8 veces la probabilidad de consumo regular de tabaco y cuatro veces el número de ocasiones de consumo de alcohol en los últimos 90 días.
Los datos duros son elocuentes. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el mundo cada año mueren aproximadamente 3,3 millones de personas por consumo abusivo de alcohol. En países como el nuestro, se estima que el costo asociado alcanza a lo menos al 1% del PIB (Producto Interno Bruto). De hecho, en nuestro país, cerca de 6 de cada 10 escolares de octavo a cuarto medio dice embriagarse durante el mes. Particularmente grave es que las drogas más consumidas por los adolescentes chilenos son las llamadas lícitas, es decir, tabaco y alcohol.
En la misma línea, un 38% de los escolares señala que adquirir alcohol le es fácil o muy fácil, y peor aún, cerca de la mitad de ellos lo consiguen a través de un adulto, ya sea por medio de familiares mayores de 18 años (18,2%) o de terceros mayores de edad (18,4%) (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, 2020). En población escolar también las estadísticas muestran la más alta tasa de las Américas: en marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes.
Encuesta del conicet
Por otra parte, dentro de los efectos de la pandemia, según una encuesta realizada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), indicó que "un 44,85% de los entrevistados dijo que aumentó su consumo de alcohol durante el aislamiento, un 33,89% que bebe lo mismo que antes y un 21,26%, que ahora toma menos", además, que quienes "tomaron vino todos los días pasaron del 5% antes de la cuarentena, al 15%," y la cifra fue aún mayor entre la franja etaria entre 35 a 44 años.
Frente a estos datos, el llamado es urgente a llegar antes y prevenir el consumo problemático en este tiempo. Tenemos que ir a la evidencia y anticiparnos a través de una agenda larga de prevención, que nos convoque aquí y ahora a hacernos cargo. Es el momento de darnos unos minutos para conversar en familia, involucrarnos.
"En nuestro país, cerca de 6 de cada 10 escolares de octavo a cuarto medio dice embriagarse durante el mes. Particularmente grave es que las drogas más consumidas por los adolescentes chilenos son las llamadas lícitas, es decir, tabaco y alcohol".
Marcelo Sánchez Ahumada, gerente general de Fundación San Carlos de Maipo