Al Inter no le alcanza con Liverpool y una expulsión empaña el nivel de Alexis
"Maravilla" y su equipo hacían un gran juego en Anfield, hasta que la roja al "7" frenó la remontada con un 1-0 que los dejó fuera de la Champions.
N.L.G.
La mejor presentación que pudo tener Alexis Sánchez con el Inter de Milán en Champions League se vio empañada por su expulsión en el segundo lapso en el duelo de vuelta de octavos frente al Liverpool, justo cuando el Inter había marcado el 1-0 y se aprestaba a seguir los ataques para intentar igualar el 2-0 que recibió en la ida en el Giuseppe Meazza.
Un balde de agua fría que terminó de enfriar el ánimo italiano y terminó con las ansias de querer avanzar a los cuartos de final, donde Arturo Vidal también tuvo un gran partido, el que, por los 33 años de Sánchez y los 34 del "King", podría haber sido el último duelo de ambos por Champions con el Inter e incluso en el resto de su carrera, dependiendo de lo que suceda con ellos en junio.
Hasta el minuto 63' el Inter era el sorprendente dominador del juego, sabiendo superar bien la presión de los "Reds", con un Vidal muy compenetrado con Marcelo Brozovic en el quite, y con Alexis conectando bien como una especie de "9" y medio para alimentar de pases a Lautaro Martínez.
De hecho el tocopillano asistió al 62' al trasandino, que clavó un golazo de derecha para el 1-0 que abría las esperanzas hasta que al minuto siguiente Alexis se llevó la segunda amarilla por una entrada a un tobillo del volante Fabinho, misma acción que al inicio del segundo tiempo le costó la primera cartulina por otra entrada también sobre el brasileño.
No fue la única, porque el chileno le entró fuerte con los estoperoles a la pierna derecha de Thiago Alcantara, acción en la que el árbitro Mateu Lahoz le perdonó la roja. No ocurrió al 63' y Alexis, clavado en el piso, no podía creer la expulsión. Miraba al cielo, reclamaba y no hubo caso. Se sacó los guantes y recibió el consuelo del técnico Simone Inzaghi con un cariño en la cabeza.
La suerte estaba echada para un Inter que además se desdibujó con tres cambios sin sentido de Inzaghi al 75', los que terminaron de sepultar cualquier opción de remontada en Anfield y que pudo terminar con un marcador adverso si no fuera por los tres palos del Liverpool, dos de ellos de Mohamed Salah, además de una notable barrida del "King" en la última acción.