Chilenas apuestan por el negocio propio y una de tres es sostén de su casa
En el marco del Día Nacional del Emprendimiento, se entregaron datos a nivel latinoamericano incluyendo a 1.500 mujeres de once países.
Rodrigo Castillo R. - Medios Regionales
Las emprendedoras chilenas, al parecer, están más dispuestas a correr riesgos que sus congéneres de otros países de Latinoamérica. De acuerdo a una encuesta que la empresa Avon realizó en esta región del continente, y que incluyó a 1.500 trabajadoras de once países, abarcando el rango de edad entre los 25 y los 55 años, las chilenas muestran mayor disposición para dedicarse por entero a sus iniciativas de negocios, en vez de repartir su tiempo entre esa actividad y algún otro tipo de empleo más formal o con sueldo fijo.
El estudio que realizó ahora, y que se denomina "Mujeres emprendedoras", fue realizado en el marco del Día Nacional del Emprendimiento, que se celebra este viernes, 29 de abril, con el objetivo de conocer la situación actual de las ciudadanas latinoamericanas que han apostado por el comercio independiente para incrementar sus ingresos mensuales.
Entre los resultados obtenidos a través de esta investigación, se encuentran varios datos llamativos y reveladores. El 62 por ciento de las encuestadas dijo tener su propio negocio y el 16 por ciento son freelancers, ya sea en formato exclusivo o combinado con un empleo en relación de dependencia.
Además se informó que uno de cada tres emprendedoras es el principal sostén del hogar, y otro tanto (35%) aporta en igual medida que sus parejas.
Las chilenas incluidas en el estudio, en tanto, destacaron por su espíritu aventurero: el 60 por ciento de ellas optó por consagrar la totalidad de su tiempo a la venta de productos en trabajos propios, prescindiendo de relaciones contractuales con grandes tiendas o con otros tipos de empleadores. En naciones como Argentina o Uruguay, en cambio, emprender es solo un complemento.
El sondeo también ofrece hallazgos preocupantes. Según las cifras reunidas, 7 de cada 10 mujeres consultadas dijeron que aún no han alcanzado sus metas de desarrollo personal. Esta insatisfacción, que se percibe a lo largo y ancho de la región abordada, se debería a barreras como los prejuicios y los estereotipos de género.
El interés por emprender, en todo caso, sigue siendo muy alto: el 50 por ciento de las participantes dijo haber comenzado sus negocios propios en los últimos años, justo en medio de la pandemia. Una de cada tres emprendedoras, además, se ha convertido en la principal proveedora dentro de su hogar, mientras que el 35 por ciento de ellas actualmente aporta en igual medida que sus parejas.
Compatibilidades
"La encuesta 'Mujeres emprendedoras' da cuenta de los desafíos y barreras que enfrentan las mujeres latinoamericanas a la hora de emprender un proyecto profesional o negocio. La encuesta mostró que las mujeres buscan otras oportunidades laborales, además de los esquemas tradicionales, porque quieren potenciar su autonomía económica. El no contar con esa autonomía acrecienta no solo la dependencia, sino también el riesgo de vivir violencia en distintos niveles", explica la argentina Ana Inés Álvarez, quien trabaja para la firma como encargada de equidad de género y erradicación de la violencia.
"Muchas mujeres suelen estar dispuestas a correr los riesgos del emprendimiento. Ellas saben que insertarse en el mundo laboral puede ser muy difícil, y que tan riesgoso como el emprendimiento es el enfrentarse a meses de desempleo. Otro factor muy importante es que a las mujeres se les han asignado culturalmente las tareas de cuidado de la casa, niños, niñas, personas mayores y personas enfermas, por lo que para ellas es difícil compatibilizar esos deberes con un horario laboral fijo", añade la ejecutiva.
"Las mujeres buscan otras oportunidades laborales, además de los esquemas tradicionales, porque quieren potenciar su autonomía".
Ana Inés Alvarez,, experta en equidad de género.