Debate: los videojuegos elevarían el CI de los niños en 2,5 puntos
Mientras un estudio de la Universidad de Ámsterdam valora positivamente a losgames, una médica dijo que esos pasatiempos limitan la exploración.
Natividad Espinoza R. - Medios Regionales
Los niños de ayer habrían estado dichosos al leer los resultados del último estudio de la Universidad de Ámsterdam y el Instituto Karolinska (Suecia), según los cuales jugar videojuegos podría elevar en hasta 2,5 puntos el coeficiente intelectual (CI) de los menores.
Para la investigación se hizo un seguimiento a unos 5.000 niños durante dos años, con edades entre nueve y 10 años al comienzo del sondeo. Tanto al inicio como al final del estudio, los menores completaron pruebas cognitivas y a lo largo de toda la investigación se fue informando el tiempo que pasaban frente a pantallas, dividiéndolo en tres categorías: mirando (por ejemplo televisión), socializando y jugando.
Respecto de la forma en que se midió el CI de los participantes, Torkel Klingberg y Bruno Sauce, dos de los investigadores involucrados en el estudio, explicaron que "creamos un índice de inteligencia a partir de cinco tareas: dos sobre comprensión de lectura y vocabulario, una sobre atención y función ejecutiva (que incluye memoria de trabajo, pensamiento flexible y autocontrol), una que evalúa el procesamiento visoespacial (como objetos giratorios en tu mente), y una sobre la capacidad de aprendizaje en múltiples ensayos".
¡sorpresa!
Al comienzo del estudio, no se detectó ninguna asociación entre el tiempo dedicado a jugar y la inteligencia por debajo o por sobre el promedio. Pero curiosamente, los altos niveles de ver televisión y videos, o de socializar en línea, se vincularon levemente con niveles más bajos de inteligencia al inicio del estudio.
Tras dos años, los resultados fueron aún más sorprendentes.
"Aunque los niños que jugaban más videojuegos a los 10 años no eran en promedio más inteligentes que los niños que no jugaban, mostraron la mayor mejora en inteligencia después de dos años, tanto en niños como en niñas", escribieron los autores. "Por ejemplo, un niño que estuvo en el 17% superior en términos de horas dedicadas a jugar (en promedio una hora al día) aumentó su coeficiente intelectual aproximadamente 2,5 puntos más que el niño promedio durante dos años".
En el seguimiento, el uso de las redes sociales no se asoció con ningún cambio en la inteligencia, pero ver televisión o videos online podría estar relacionado con un pequeño aumento en la inteligencia. Los investigadores dijeron que este aumento fue demasiado pequeño para ser estadísticamente significativo.
Algunos peros
Pese a todo, Klingberg enfatizó las limitaciones de los hallazgos de su equipo. El enfoque del estudio fue estrecho, analizando solo unas pocas métricas de inteligencia. Por ende, este estudio no puede sugerir que el tiempo de pantalla no tenga impacto en otros factores importantes, como el sueño, el rendimiento escolar o la actividad física.
"Eso sí, nuestros resultados respaldan la afirmación de que el tiempo frente a una pantalla generalmente no afecta las habilidades cognitivas de los niños, y que jugar videojuegos en realidad puede ayudar a aumentar la inteligencia", agregó el estudioso.
Ingrid Cardoso, neuróloga infantil de Clínica Universidad de Los Andes, expuso, en tanto, que "la inteligencia es muy fuertemente influenciada por aspectos internos, como uno podría decir cuánto heredaste de capacidad cognitiva y muy también modulada por factores externos, como qué pasa a tu alrededor, qué oportunidades tienes para explorar cuando eres niño pequeño, de investigar cuando eres escolar, etc.".
Considerando esto, la profesional advirtió que si bien los resultados del estudio arrojaron mejoras en ciertas pruebas específicas, "los videojuegos generan una fuerte adicción a jugar y a no seguir explorando otras cosas; entonces, los niños solo quieren jugar videojuegos y dejan de pintar, de leer, de explorar su medio para sólo jugar".
"La exposición a videojuegos va deteriorando lo que se llama funciones ejecutivas, la capacidad de esperar para tener una gratificación. Empieza a generarse una necesidad de inmediatez y baja el control inhibitorio y la capacidad de manejar el enojo y la frustración. Entonces, el videojuego podría afectar la inteligencia social y emocional de los niños y el hecho de que tú obtengas un puntaje mayor en una prueba sesgada no significa que eres más inteligente. Pero sí podría pasar que si un niño juega mucho disminuya su capacidad intelectual global", aclaró Cardoso.