Investigan presunta intoxicación que mató a una niña y su perro
La menor de 10 años falleció tras llegar grave a clínica con su madre, quien también tuvo síntomas y sigue internada. Se sospechó de un uso de cianuro.
Diego Gotelli C. - Medios Regionales
Una alerta por una posible presencia de cianuro movilizó a cinco carros de bomberos la noche del lunes hasta la Clínica Dávila, recinto de Recoleta hasta donde llegaron una mujer junto a su hija de 10 años presentando ambas síntomas graves de intoxicación.
A raíz de la emergencia química los voluntarios aislaron la urgencia pediátrica mientras se intentaba reanimar a la niña, quien pese a las maniobras terminó falleciendo en el recinto. Su madre, en tanto, ayer seguía internada en el lugar.
Un operativo similar se dispuso en el hogar de la familia, un edificio ubicado a pocas cuadras del centro asistencial, donde Carabineros realizó pericias para corroborar qué causó la muerte de la menor, algo que ayer no estaba claro.
El capitán Mario Hernández, de la Cuarta Compañía de Bomberos de Santiago, contó que al llegar al sitio detectaron "parámetros anormales" en las mediciones de gas y verificaron la presencia de una sustancia "indeterminada" que fue contenida.
Por la tarde la Fiscalía Centro Norte puso en duda que se tratase de cianuro, pues esa sustancia no fue hallada en las primeras pericias a la menor. Pese a ello, se esperan los resultados de la autopsia y del análisis del hogar.
Vecinos del lugar apuntaron a que podría tratarse de algún químico adquirido por la mujer para combatir la presencia de ratones que tendría el edificio, según consignó radio Cooperativa. Otros aluden a que podrían haberse visto afectados en un eventual envenenamiento del perro familiar, mascota que también fue encontrada muerta el lunes por una presunta intoxicación y que, según consignó Canal 13, dormía junto con la menor fallecida.
Aún sin entender lo ocurrido, el padre de la niña, Ángel García, arremetió contra el SAPU Zapadores, lugar al que aseveró haber llevado a su pequeña horas antes de su muerte por los malestares, siendo dada de alta a las dos horas con instrucciones de consumir medicamentos.
"Me dijeron que estaba bien", afirmó, acusando una "negligencia" del servicio.