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Dormir menos de siete horas aumenta el riesgo de desarrollar alzhéimer

El estudio internacional es el de mayor envergadura que se ha hecho al respecto. Se analizaron datos de 1.168 personas.
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EFE - Medios Regionales

Un equipo internacional liderado por investigadores de la Fundación Pasqual Maragall (España) corroboró, en un estudio con una amplia muestra y biomarcadores, la relación entre mala calidad del sueño y un mayor riesgo de desarrollar el mal de Alzheimer en personas sin deterioro cognitivo.

Los resultados del análisis se publicaron en la revista científica Brain Communications y pueden ser relevantes para ayudar a definir futuras terapias.

La relación entre calidad del sueño y alzhéimer ya se había estudiado en investigaciones anteriores, pero esencialmente a partir de datos epidemiológicos -comparando las frecuencias de los síntomas o las enfermedades- y sobre muestras de población pequeñas.

Para esta indagación se empleó la cohorte más grande hasta la fecha (el estudio europeo de cohortes longitudinales para prevención de la demencia por alzhéimer) y se añadieron unos biomarcadores de líquido cefalorraquídeo, los que predicen incrementos futuros de la patología en personas sin síntomas identificables de la enfermedad de Alzheimer.

Gracias a estos datos, los investigadores pudieron validar la hipótesis de que la falta de sueño está asociada con esos biomarcadores.

En concreto, el equipo de la fundación, en colaboración con investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido), analizó los datos de 1.168 adultos mayores de 50 años, incluyendo biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo, rendimiento cognitivo y calidad del sueño.

"A través de estos análisis pudimos estudiar asociaciones entre los principales biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer y diferentes medidas de la calidad del sueño, como su puntuación total, duración, eficiencia y alteración", destacó el neurólogo Oriol Grau, coautor del trabajo e intregrantes del Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC).

Mediante el análisis de muestras de líquido cefalorraquídeo de 332 participantes tomadas al inicio y después de un período promedio de un año y medio, los investigadores pudieron evaluar el efecto de la calidad del sueño inicial sobre el cambio en los biomarcadores del mal de Alzheimer a lo largo del tiempo.

Menos de siete horas

Entre otros hallazgos, se demostró que una duración corta del sueño, inferior a siete horas, se asocia con valores más altos de proteínas tau, biomarcadores clave para medir el riesgo de alzhéimer en la fase preclínica, es decir, antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad.

"Nuestros resultados refuerzan aún más la hipótesis de que la interrupción del sueño puede representar un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer", resaltó la también investigadora y coautora del trabajo, Laura Stankeviciute.

"Por ello, son necesarias investigaciones futuras para probar la eficacia de las prácticas preventivas, diseñadas para mejorar el sueño en las etapas presintomáticas de la enfermedad, con el fin de reducir la patología de la enfermedad de Alzheimer", añadió.

"Pudimos estudiar asociaciones entre los principales biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer y diferentes medidas de la calidad del sueño".

Oriol Grau,, coautor del trabajo.

Descubrieron en Egipto un túnel grecorromano de 1.305 metros

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Una misión arqueológica egipcio-dominicana de la Universidad de Santo Domingo descubrió un túnel de 1.305 metros de largo que data de la época greco-romana, cerca del Templo Taposiris Magna, en Alejandría.

En un comunicado, el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto explicó que el túnel, excavado en la roca, es de dos metros de alto y está 13 metros bajo tierra.

La misión, encabezada por la arqueóloga Kathleen Martínez, halló cerca del templo las cabezas de dos estatuas de alabastro, una de una persona del período ptolemaico, y la otra probablemente una representación de la esfinge.

Martínez, que calificó el túnel de "un milagro de la ingeniería" y explicó que su diseño arquitectónico es muy similar al del Túnel Yubilinus en Grecia, pero más largo.

Añadió que una parte del túnel hallado está sumergida en el Mediterráneo, y que la misión encontró vasijas y tinajas de cerámica, así como un bloque de piedra caliza bajo los sedimentos de lodo.

Según la ciencia, al menos 23 terremotos sacudieron la costa mediterránea egipcia entre 320 y 1.303 d. C., lo que provocó el derrumbe de parte del Templo de Taposiris Magna y su hundimiento.

El Templo de Alejandría habría sido obra del rey Ptolomeo IV (221 a. C. al 204 a. C.).