Valoran condena que acredita ultrajes de joven contra su hermanastra en Huenao
Familia afectada afirmó que buscará crear una fundación que ayude a víctimas de violencia de género.
Como un acto de justicia y reivindicación, con el que buscarán trascender con su experiencia, fue calificado por la familia de la víctima el veredicto condenatorio contra el joven responsable de sistemáticos ultrajes en el sector rural de Huenao, en Curaco de Vélez. La valentía y contundencia testimonial de la afectada fue clave para acreditar la participación de su hermanastro en estos ataques.
Por cuatro jornadas se extendió ante el Tribunal Oral en lo Penal de Castro, el juicio contra el sujeto de iniciales E. B. F. O. (28) sindicado como autor de las agresiones contra la isleña, perpetradas entre el 2012 y 2015, desde que tenía apenas 11 años. Un calvario que se repetiría en febrero del 2020, siempre al interior de la vivienda que compartían.
Justamente, este último episodio gatilló en la ese entonces adolescente un proceso de regresión, desbloqueando la pesadilla sufrida en su niñez. Por meses lo trató de asimilar y se armó de valor para develar todo a su madre, en junio de ese año.
La denuncia no solo activó el procedimiento penal por parte del Ministerio Público, sino también estuvo acompañada por una querella que sustentó la indagatoria, hasta llegar a la audiencia de juicio ante la sala presidida por el magistrado Rodrigo Alarcón que condenó por abuso sexual impropio continuado y abuso sexual por sorpresa al valdiviano.
El fiscal Fernando Metzner se mostró conforme con este dictamen, pese a reconocer que "se había acusado por un abuso de menor de 14 años en carácter de reiterado y por otro abuso de mayor de 14 años, que se recalificó a abuso por sorpresa". Remarcó que "se dieron por acreditados los hechos planteados".
Una pena de 5 años de presidio invocó el persecutor por el primer delito, mientras que por el segundo solicitó 540 días de reclusión. La sentencia será entregada el próximo 19 de noviembre.
Por su parte, Janett Cárdenas, madre de la víctima, no ocultó su satisfacción por ratificarse la responsabilidad del encartado, lo que no solo le entrega alivio a la familia, sino que revalida la larga batalla que emprendió junto a cercanos y movimientos sociales de Quinchao.
"Se logró justicia después de 3 años de lucha de la familia, mi hija, que ha sido el pilar fundamental para llevar adelante una acusación contra su propio hermanastro; es algo que para las mujeres es muy difícil de llevar adelante, pero se supo sobreponer a la revictimización de un proceso súper largo; todo el entramado judicial es así", acotó la fuente.
Igualmente, la vecina recordó el alto impacto que ha tenido la causa en su hija. "Ha sido muy doloroso, ha tenido apoyo sicológico y siquiátrico, pero ahora, al saber que la justicia te creyó que tu palabra se pudo comprobar ante la ley, es muy importante y constituye un acto de reparación", dijo.
Iniciativa
Junto con reconocer el respaldo entregado por la Asamblea Social del Archipiélago de Quinchao y por la abogada Karina Riquelme, que llegó desde Temuco para asumir el patrocinio como querellante en el caso, Cárdenas relevó los alcances de esta cruda experiencia. Y con la misma valentía con que enfrentaron el proceso, buscarán acompañar a otras víctimas.
"También asumimos una causa política, siempre quisimos visibilizar este flagelo, somos parte del movimiento feminista y sentimos que con estos fallos se rompe una barrera en Quinchao, porque hay mucho silencio. Por eso decidimos que crearemos una fundación para trabajar con mujeres, niñas que sufren la violencia de género, puesto que cuesta llegar a la justicia", concluyó.
Defensa
El defensor Nelson Troncoso buscó la absolución del acusado, argumentando que "no existía prueba suficiente para acreditar los delitos como la participación de mi representado. Además, la versión de la víctima no era creíble, nunca fue amenazada, ni tampoco dijo algo antes. La develación fue tardía". Tras el veredicto condenatorio, el abogado solicitó una pena de 541 días por el abuso sexual impropio continuado y 41 días por el abuso por sorpresa. "Pedimos una pena sustitutiva única de libertad vigilada intensiva", aclaró.
25 de junio del 2020 fue la develación de los hechos por parte de la víctimas.
18 años tenía la isleña al momento de sufrir la última embestida de su agresor.