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ALTA-UACh potencia la formación de casi un centenar de talentos castreños

Proyecto de desarrollo integral académico despidió la temporada con una feria de aprendizajes. Para el 2023 se buscará seguir apuntando a los intereses de los estudiantes chilotes.
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Redacción

Destacando la entusiasta participación de casi un centenar de estudiantes, tanto de manera presencial como virtual, como apuntando a fortalecer la dinámica de formación para el próximo año se cerró la temporada 2022 de la Escuela de Talentos ALTA-UACh en Castro. Un balance positivo de esta experiencia educativa que tuvo como epicentro el Centro de Creación Artística (Cecrea).

Con una feria de aprendizajes concluyeron recientemente las actividades que cada sábado llevaron a cabo los alumnos pertenecientes a establecimientos municipalizados de la comuna. Aplausos sacaron con sus montajes y exposiciones, relativos a los cursos y laboratorios que realizaron este semestre.

Tal como indicó Claudia Barría, coordinadora académica en la capital chilota de este proyecto de la Universidad Austral de Chile, este año se logró potenciar la interacción con los educandos y apoderados, en una dinámica híbrida marcada por la reapertura postpandémica.

"Hemos encontrado que se ha afiatado la familia ALTA-UACh, con una comunicación muy directa donde nos han manifestado sus intereses, lo cual ha permitido llevar una programación más detallada y orientada a lo que desean los estudiantes", aclaró la docente.

Igualmente, la fuente remarcó que en Chiloé "se ha visto la motivación de los alumnos por la ciencia, apuntando una programación hacia esas materias, como también en el crecimiento personal y emocional. Los cursos y laboratorios también buscaron el desarrollo de las habilidades blandas".

Híbrido

En el análisis de la temporada, las clases remotas no fueron un obstáculo, como enfatizó la profesional, más al considerarse la ruralidad del territorio, evitando traslados largos.

Así también lo vio Ismael Quiroz, alumno que pasó a primero medio en el Liceo Galvarino Riveros, puntualizando que "el sistema no complicó, funciona bien lo presencial y virtual".

Quien va por su tercer año en la ALTA, relevó este programa, resaltando que "ayuda a complementar el proceso educativo que tenemos, podemos hablar con otras personas lo que nos interesa. Además, todo se puede aplicar después en el colegio".

Por su parte, Verónica Ruiz, quien tiene un hijo que cursó por segundo año esta iniciativa, reconoció que en un comienzo, "estaba un poco temeroso al pensar que iba a estudiar mucho, pero todo funcionó bien y le ha servido mucho esta experiencia". Agregó que "los profesores son excelentes, buscan conocer a los niños y los tratan como amigos".

Ya enfocada en el 2023, esta apoderada indicó que le gustaría "un mayor trabajo en terreno, salir de la rutina del aula, más acá en Chiloé donde se puede aprender mucho con el patrimonio local".

También mirando a la próxima temporada, Claudia Barría sostuvo que se "seguirá potenciando el desarrollo desde los intereses de los alumnos. Se hace una escucha para tener esa información y así podemos ir armando los cursos y buscando a los profesores que estén motivados con este proyecto".

"Le damos más visión de mundo a los alumnos (de ALTA). Los docentes hacen investigación, dan otra forma de enseñar, otras vinculaciones".

Claudia Barría,, coordinadora académica, en Castro.

Cecrea fue la sede

Una de las improntas de este 2022 en ALTA-UACh fue el trabajo desarrollado en el Cecrea de Castro. Su directora, Rosario Ateaga, destacó esta coordinación, enfatizando que "es maravilloso colaborar con este programa, a propósito de las habilidades de los niños y niñas. Queremos potenciar esas capacidades desde las artes y las ciencias, abrir las puertas del Cecrea y que ellos salgan de lo formal. Este es el espacio ideal para que puedan investigar y crear". Asimismo, la artista visual señaló que "hay coincidencias en esta metodología de ALTA y Cecrea, puesto que se escuchan los intereses de los estudiantes para elegir sus talleres". Además, aclaró que esta dinámica "nos permite que puedan habitar el lugar y mostrar sus procesos y experiencia. Se genera una cotidianidad también, puesto que estos mismo niños pueden participar de la programación del Cecrea, que siempre está abierto".

97 estudiantes, de sexto básico hasta cuarto medio, participaron este semestre.