Chiloé: avifauna en serio peligro ante arremetidas de jaurías
Las constantes amenazas de las que son víctimas las aves, como es el caso de perros abandonados en sectores rurales, han provocado la desaparición de colonias enteras de distintos ejemplares. Vecinos y organizaciones ambientalistas esperan que este problema pueda ser diagnosticado a fondo y con soluciones mucho más rigurosas.
La avifauna de Chiloé hoy enfrenta una nueva crisis, pero esta vez no se trata de un desastre ambiental u otro tipo de amedrentamiento. Desde hace un tiempo se han registrado ataques a diferentes especies por parte de perros que son abandonados, principalmente en sectores rurales del territorio.
Destrucción de hábitat, el cambio climático y el tráfico de vida silvestre han sido solo algunos de los principales desafíos que las distintas especies de plumíferos han debido enfrentar de manera permanente. Sin embargo, hoy viven una nueva amenaza.
Según el testimonio de vecinos y organizaciones ambientalistas, ya son decenas de ejemplares de distinto tipo que han muerto producto del ataque de canes que son abandonados, principalmente en localidades rurales.
Ya es parte de una constante, visibilizar a jaurías que circulan sin ley ni dueño por todo Chiloé. Aunque no existen censos que acrediten el número exacto, aproximaciones de organizaciones y autoridades, posicionan a Chiloé como uno de los lugares más afectados por esta otra pandemia.
Estudios de la Universidad Católica indican que en Chile habría tres perros por cada diez personas, en vez de la cifra recomendada de uno cada diez. Esto facilita que no reciban el cuidado adecuado y terminen en la calle. Víctimas de la falta de responsabilidad de quienes alguna vez fueron sus dueños, mal alimentados, sin vacunas, se reproducen sin restricción convirtiéndose en un real peligro.
Uno de los casos más recientes fue el ocurrido en la isla Lacao, colindante a Caulín en la comuna de Ancud, donde vecinos constataron el deceso de más de una docena de cisnes de cuello negro (Cygnus melancoryphus) en inicio de la etapa reproductiva, víctimas del ataque de los denominados perros asilvestrados.
Se trata de un lugar del Archipiélago donde no hay carnívoros terrestres nativos, por lo que las aves no están adaptadas a la presencia de depredadores, y como algunas de ellas anidan en el suelo, se encuentran mucho más indefensas.
Protección
Por parte de pobladores y grupos ambientalistas, se hacen urgentes llamados a proteger los animales, enfatizando en la imperiosa necesidad de que el Estado mejore las normativas existentes, aumente la fiscalización y recursos asignados, así como la interrelación con actores claves tanto desde el punto de vista gremial, sociedad civil, sector privado, entre otros.
Así lo manifestó Pedro Naguil, vecino y concejal independiente de la ciudad del Pudeto. "Recordar que Caulín es conocido como el Santuario de las Aves, y la Isla Lacao es un sitio donde anidan las aves, los cisnes, los quetros, los zarapitos, los pil-pil, las patrancas, vemos una infinidad de aves que podemos encontrar ahí, que anidan en el humedal, y en ese sentido la ley no es del todo completa para regular este tema", acotó.
"No sacamos nada con chipear perros, con tener un registro, si cuando van a llegar al Juzgado de Policía Local, el juez va a dejar sin efecto la multa", precisó.
De igual modo, Erick Serón, representante del sindicato El Carril de Caulín, parte de la mesa del Espacios Costeros Marinos Pueblos Originarios (Ecmpo), argumentó que "para nosotros es importante que la avifauna del sector costero como lo son los Ecmpo y lo que esté vinculado al sector costero esté protegido, y únicamente no sean alterados; para nosotros como sectores que vivimos en el borde costero es importante que se proteja la avifauna. Vemos que hay gente que va a tirar perros a la isla Lacao y se ve adulterada, entonces hay una investigación de por medio que tenemos que ver".
Agregó que "allí (Lacao) anidan los cisnes, hemos estado haciendo un muestreo completo de la avifauna y del progreso de crecimiento que tienen, es importante que esta isla sea mantenida en el tiempo como procreadora de esta especie como es el cisne".
Mucho más crítico en su postura fue el geógrafo y representante del Movimiento Defendamos Chiloé, Álvaro Montaña, quien cuestionó la participación de instituciones gubernamentales como el caso del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), a la hora del resguardo de las aves y fauna silvestre en general.
"El SAG se lava las manos ante las competencias que sí tiene por ley, respecto a proteger la fauna silvestre. Acá los problemas legales se solucionan muchas veces con voluntad política y voluntad de hacer las cosas, en ese sentido es recurrente la actitud del SAG de no querer hacer el trabajo respecto a este y otros problemas ambientales de Chiloé; ellos tienen un mandato en la conservación de recursos naturales, y ese mandato influye por cierto en la fauna silvestre", precisó.
Recalcando en algunos conceptos, el profesional insistió en que actualmente "en Chiloé tenemos un tremendo problema ambiental, con los perros de vida libre como se llaman, pero por otra parte también con los perros que tienen dueño y cuyos dueños no son responsables de la tenencia en un sitio cerrado y seguro, y esto significa un ahuyentamiento de especies silvestres y también ataque de depredación".
En esta misma línea, Juan Carlos Viveros, coordinador territorial del Movimiento Defendamos Chiloé, enfatizó en que últimamente existe otra infinidad de factores al margen del canino, que explican la degradación actual de los ecosistemas. Algunos son indirectos y constituyen las causas de los grandes retos ambientales en el día de hoy; aquí aparecen los hábitos de producción y consumo, la población global, las políticas de gobierno, entre otros asuntos que tienen que ver con el comportamiento humano.
"Diversos factores están poniendo en peligro el otrora paraíso de aves que nos ha caracterizado tanto tiempo, entre ellos, la instalación descontrolada de concesiones acuícolas en fiordos y canales, la competencia del propio ser humano por sus espacios, la contaminación generalizada. Reconociendo esta dramática situación, al mismo tiempo, hemos comprobado la existencia de una débil legislación que proteja ecosistemas y especies, y más aún, una casi nula fiscalización de diversos organismos públicos como municipios, SAG y otros", aclaró.
Añadió el activista que "es momento de revisar la legislación y normativas desde lo local, regional y nacional, de manera de establecer un nuevo estándar que permita una protección efectiva, fuertes sanciones a empresas y personas que impacten en ecosistemas y especies de manera de remediar la situación actual en la cual estas especies únicas están en condiciones de peligro de extinción".
Quielen
Lo ocurrido en las costas de Ancud, ya no es un evento aislado, sino que se ha vuelto recurrente especialmente en sitios de alto interés turístico. Uno de ellos es el islote Conejo, ubicado a 65 kilómetros de Castro; esta pequeña ínsula atrae a los visitantes que desembarcan en Chiloé por su extraordinaria biodiversidad, fundamentalmente por la extensa colonia de pingüinos Magallánicos que anida entre los meses de septiembre y marzo de cada año.
Se calcula que son aproximadamente mil los ejemplares que conviven de forma pacífica con otras endémicas especies como la garza, quetros, ostreros o los zarapitos; estas últimas, aves migratorias que viajan miles de kilómetros desde Alaska para descansar y alimentarse en las costas isleñas. Hace algunos años, muchas de estas especies también fueron víctimas de la irresponsabilidad humana. Jessica Godoy, dueña de Quilún Ecoturismo Marino e integrante de la Cámara de Turismo de Queilen, dio testimonio de aquello.
"Los perros son una especie invasora, son animales domésticos introducidos, no son silvestres, la responsabilidad las tienen las personas y las autoridades para una tenencia responsable porque esos perros alguna vez tuvieron dueño", recalcó la fuente.
Sumó que "lamentablemente en Queilen hace 4 años atrás, en el islote Conejo, pasó lo mismo que en Ancud pero fue con el abandono de un gato doméstico que dejaron ahí, lamentablemente las autoridades o entidades responsables (Sernapesca, autoridad marítima) llegan tarde ante las denuncias hechas porque a veces no tienen ni los medios para ir y así no se puede evitar el desastre ambiental".
En tanto, Lía Fuentes, presidenta de la mencionada entidad gremial, formuló que "como Cámara de Turismo participamos en el consejo consultivo comunal de salud, realizado en septiembre en Queilen, en donde expusimos a las autoridades nuestra gran preocupación por el aumento de perros callejeros, que acechaban a los turistas pero también a los mismos habitantes de la comuna, ya que estos provocan un problema dentro del área de salud pública: andan en jaurías por lo cual el daño es mayor".
Por añadidura, la queilina lamentó que "hasta ahora las autoridades solo dan excusas (que no tienen dinero para caniles, que la gente no chipea a los animales por lo cual no tienen registro del dueño, que no hay inspectores municipales para garantizar la tenencia responsable... y se traspasan la responsabilidad entre ellos, sin que ninguna entidad tome cartas en el asunto y ya vemos que esto es un factor común en toda la Isla".
Haciendo eco de lo anterior, el diputado del distrito 26, Jaime Sáez (RD), se refirió a la creación del denominado Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), último pilar de la institucionalidad ambiental y un proyecto clave para la protección del medio ambiente.
Su creación e implementación ha sido un compromiso presente en los programas de Gobierno desde el 2006 hasta el presente, pero que para infortunio de las comunidades que velan por el resguardo de sus ecosistemas, aún no ha visto la luz.
"Ante este tipo de situaciones se nota la inacción de las instituciones públicas, además de la tremenda irresponsabilidad e impunidad en que quedan las personas que abandonan a sus mascotas, en este caso a los perros que provocan después un enorme perjuicio a la biodiversidad de la zona", dijo el legislador.
"Por esas razones y otras es que estamos legislando para sacar adelante el SBAP porque sabemos que instituciones como el SAG, por ejemplo, no dan abasto para poder cubrir este tipo de situaciones y resguardar de mejor manera nuestra fauna silvestre", mencionó.
Avanzar
Igualmente, el parlamentario consignó que "en la medida que podamos avanzar en la promulgación del SBAP, vamos a dar un paso bien significativo a la protección de especies y vamos a poder llevar adelante políticas públicas un poco más consistentes que apunten a generar responsabilidad en las personas, y también sanciones, yo diría más dolorosas, cuando se cometen este tipo de irresponsabilidades".
En torno a la problemática y el emplazamiento hacia la institucionalidad, el director (s) del SAG en Los Lagos, Cristian Andrade, clarificó que "la Ley N°19.473 y su reglamento tiene como función principal regular la actividad de caza, protegiendo a cerca de 800 especies de fauna silvestre nativa, prohibiendo su caza y captura. Esta normativa no es una herramienta para el control de especies de fauna silvestre consideradas perjudicial o dañina y no tiene alcance legal sobre especies domésticas tales como la especie perro. De tal manera que el SAG no tiene competencia en esta materia".
Pese a ello, hizo "un llamado a la comunidad, a la responsabilidad que deben tener con sus mascotas, y en particular perros y gatos, especies que son consideradas de origen doméstico pero que ejercen gran presión sobre la fauna silvestre protegida", acusó.