En pleno 2024 el planeta tierra sigue siendo el único lugar donde podemos vivir como humanidad. Sin embargo, y a pesar de lo evidente de esto, no hacemos mucho por mantener en buenas condiciones al tercer planeta más cercano al sol. Prueba de esto es el aumento de la temperatura, entre 0,5° y 1,5° por sobre el promedio normal de los últimos 40 años, lo que ha provocado un caos climático, debido al antropocentrismo, que sitúa al ser humano por sobre todo ecosistema, provocando grandes desequilibrios ecológicos y catástrofes ambientales en este proceso.
Estos problemas son producto del crecimiento desenfrenado y poco sostenible de la humanidad y que nos han llevado a desastres climáticos, como, por ejemplo, el déficit de lluvia, el aumento de las sequías, el aumento de la desertificación, la acidificación de los océanos, los megaincendios forestales, los tifones, huracanes y el desplazamiento forzado por parte de humanos y animales por dichas condiciones.
En el Día Mundial de la Tierra que se celebra cada 22 de abril desde 1970, se busca trabajar en la protección del medioambiente, la conservación de la biodiversidad y la lucha contra la contaminación y el cambio climático; todo esto se ha sumado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas.
Frente a esto debemos ser capaces de reaccionar sobre el daño que le hacemos a la Tierra (medioambiente) y cómo este daño repercute en nuestra propia salud. Para esto se debe trabajar en el modelo de "one health" (una sola salud), que aborda de manera integrada la salud humana, la salud ambiental y la salud animal, comprendiendo la sinergia que promueve dicha protección en todos los ámbitos de nuestra vida.
Frente a la actual crisis climática que afecta a la tierra, debemos plantarnos firmes desde todas las áreas -salud humana, ambiental y animal- para trabajar en conjunto por la protección del medioambiente, la conservación de la biodiversidad y la lucha contra la contaminación y el cambio climático, para dejar el mundo mejor de como lo encontramos.