Un gobierno sordo, ciego y mudo
En política siempre se habla de la necesidad de hacer gestos, de llegar acuerdos, pero como parlamentario de oposición resulta casi imposible cuando se tiene un gobierno que además de legislar a espalda de la ciudadanía, no escucha.
En marzo nuestra región ya presentaba signos evidentes de la crisis. Por un lado, la muerte de los salmones nos recordaba la catástrofe del 2009 y, por otro, los posibles efectos sanitarios de la marea roja. Ese mismo mes, iniciando el año legislativo, solicité una sesión especial en la Cámara de Diputados para que el Gobierno tuviera la oportunidad de dar a conocer su plan de contingencia y así todos sumar los esfuerzos para apoyar a los pescadores artesanales, pero como las autoridades no ven lo mismo que la gente, el ministro de Economía le bajó el perfil, demostrando con ello que no tenían nada preparado.
Como tampoco existe una coordinación entre las autoridades centrales y regionales, el petitorio entregado por los pescadores al intendente ahí quedó. Yo me pregunto ¿qué más debe pasar en la Región de Los Lagos para ver al Gobierno movilizado en terreno, tal como lo hicieron sus ministros para dar a conocer el proceso constituyente? Ya tenemos 9 personas intoxicadas y familias afectadas por la cesantía. Sabemos que nuestros pescadores no podrán reinventarse de un día para otro.
Después de mi encuentro con los pescadores de Quellón, solicité a la autoridad declarar zona de catástrofe, tal como se ha hecho en otras emergencias como la agrícola producto de la sequía, para así inyectar recursos frescos vía una ley corta; una vez más, oídos sordos.
Como no he tenido respuesta de parte del Gobierno, espero tenerla de la Contraloría General de la República, y determinar así las responsabilidades de por qué se ha pesquisado la marea roja no producto de muestreos, sino ante la evidencia de productos del mar contaminados.
Columna
Alejandro Santana Tirachini,, diputado por Chiloé y Palena