N. E. - Medios Regionales

Desde su llegada en marzo, la pandemia del covid-19 ha golpeado fuertemente al país y uno de los grupos más afectados ha sido el área de la salud. Al constante peligro de contagio se han sumado largas jornadas laborales, estrés y pocas horas de descanso que han tenido efectos negativos en su calidad de sueño.

De hecho, a mediados de año Clínica Somno, centro especialista en medicina del sueño, realizó atención gratuita a los trabajadores de la salud para detectar y tratar problemas relacionados al sueño. ¿El resultado? La mitad de los pacientes presentó tres o más diagnósticos por trastornos del sueño, el 35% dos diagnósticos y el 15% uno. Es decir, todos resultaron tener al menos un problema.

"La situación que han tenido que enfrentar estos meses los trabajadores de la salud aumenta la probabilidad de presentar trastornos del sueño y los constituye en un grupo de riesgo para estos padecimientos. Estos ocurren principalmente por contar con horarios laborales fuera de fase, afectando el ritmo circadiano que está controlado por la exposición a la luz ambiental", explicó el neurólogo de Álvaro Vidal.

El estudio realizado posteriormente a las consultas durante los meses de junio y julio dio a conocer que el 85% de los pacientes afectados en su calidad del sueño son mujeres y un 72% realiza trabaja en turnos de noche.

Al mismo tiempo, las principales ocupaciones fueron del área de enfermería y técnicos en enfermería (65%), mientras que los diagnósticos más frecuentes en todos los subgrupos analizados fueron los trastornos de ritmos cardíacos, insomnio y bruxismo.

Además, de los trabajadores de salud que consultaron, el 85% trabaja en el sistema público y el 43% ya estuvo contagiado con covid-19.

Pimiento y pimentón

La semana pasada me topé en la televisión con una curiosa nota en la que se denunciaba el alto precio que tendría por estos días el pimentón. Curiosa por varios motivos. Primero porque la nota en realidad hablaba sobre el pimiento y no el pimentón.

Me explico. El pimiento es una planta que da un fruto del mismo nombre, una especie de ají (son medio parientes) bien gordo y hueco; que se da en varios colores y tamaños.

En cambio, el pimentón es un condimento que se prepara en base al secado y molienda de algunos tipos de pimientos. Es decir, son dos cosas distintas.

Sin embargo, a juzgar por lo que pude ver en la nota, el enredo no era solo del periodista, sino que algo generalizado. Esto, porque además del reportero vendedores y compradores de pimientos se referían a este como "pimentón". E incluso más. Pude ver letreros en la Vega Central y otros mercados donde decía clarito "pimentón", cuando lo que había ahí eran pimientos.

Más allá de todo este enredo semántico en el que -me parece- estoy bastante solo, también llama la atención que la gente se queja y que sea noticia este reclamo en relación al supuesto alto precio de los pimientos en esta época. Mal que mal, está recién partiendo la primavera y los pimientos que llegan a Santiago aún son todos del norte. Aun así, tan caros como aseguraban en la nota no están. Por otra parte el pimentón, el de verdad, vale lo mismo todo el año.

Al final, lo único bueno de todo este enredo es que nos da una excelente excusa para mostrar hoy la siguiente receta en que el pimiento -y no el pimentón- es el protagonista.

por Álvaro Peralta / @dontinto

Ingredientes

(Para cuatro personas)

-4 pimientos grandes

-½ kilo de carne molida

-100 gr de tocino ahumado

-1 cebolla

-½ taza de tomate triturado

-1 taza de vino blanco

-sal, pimienta, aceite de oliva y queso para rallar

Cortar los pimientos por su parte superior, de manera de dejarles una especie de "tapa" para cada uno. Sacar sus semillas y nervaduras a cada uno para luego lavarlos y secarlos. Reservar. En una sartén con un poco de aceite de oliva sofreír la cebolla picada en cubos bien pequeños. Apenas comience a transparentarse agregar la carne molida y un poco de sal y pimienta. Luego, añadir el tocino picado lo más fino posible y revolver. Una vez que este ya se dore agregar el vino blanco y finalmente el tomate. Revolver todo para que se integre bien y dejar cocinar a fuego bajo por unos 10 a 15 minutos. Finalmente, retirar del fuego y corregir de sal si fuese necesario. A continuación rellenar con esta mezcla los pimientos y después ponerlos en una fuente para horno previamente aceitada. Terminar cada pimiento con un toque de queso rallado y ponerle encima a cada uno su "tapa". Darle un toque de sal y pimienta por encima a los pimientos más un chorrito de aceite de oliva y llevar al horno por 20 minutos o hasta que los pimientos comiencen a dorarse por fuera.

Dos loros grises africanos fueron retirados temporalmente de exhibición en el Parque Lincolnshire de Vida Salvaje, un zoológico de Manchester, en Inglaterra, producto de su mal vocabulario.

Juntos, los animales aprendieron a insultar y decir groserías como "jódete", riéndose a carcajadas luego de sus "rezos".

Los loros grises figuran entre los más hábiles para "hablar" y es común que algunos de estos sonidos sean palabras ofensivas aprendidas de sus dueños (o los visitantes de un zoológico, por ejemplo).

Lo que no es tan habitual es que dos loros se enseñen estos sonidos entre sí y después animen al resto.

Otro aspecto que motivó a los loros a seguir con el repertorio fue que sus cuidadores se reían, lo que tomaron como refuerzo positivo.