Redacción

Todavía está presente en algunas zonas del Archipiélago el veneno amnésico de los mariscos (VAM), causado por la microalga Pseudonitzschia australis que produce una toxina denominada ácido domoico y que puede causar la pérdida temporal o permanente de la memoria (amnesia) en los seres humanos.

No obstante, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura informó que, mediante resolución, la Seremi de Salud de Los Lagos abrió para la extracción de moluscos bivalvos las zonas identificadas como Los Palqui 10.002 (Curaco de Vélez) y Punta Coñue-Punta Linlín 10.372 (Quinchao), en nuestra provincia, y rada Naranjo-Talcán 10.349, en la comuna de Chaitén.

Sin embargo, se mantiene el cierre de las siguientes áreas por presencia del VAM en niveles tóxicos: Calen 10.228, paso Tenaún 10.436 y Quetalco 10.219, en Dalcahue; Changüitad 10.359, en Curaco de Vélez, e isla Alao 10.513, en la comuna de Quinchao. En todas ellas se prohíbe la extracción de esos recursos.

Sernapesca reportó que además mantiene el monitoreo intensivo de un total de 13 áreas del Programa Sanitario de Moluscos Bivalvos (PSMB) que presentó el veneno en Castro.

"Reiteramos el llamado a consumir mariscos en lugares establecidos y autorizados por la Seremi de Salud. Si bien se han abierto áreas para la extracción de moluscos bivalvos, el riesgo para algunas áreas aún existe, y vamos a insistir en que es muy importante respetar los cierres y no extraer moluscos bivalvos de las áreas con presencia de veneno amnésico en niveles tóxicos. Por nuestra parte continuaremos monitoreando la toma de muestras en el marco del PSMB", resaltó Sofía Milad, directora regional (s) de Sernapesca.

Intemit

A su vez, desde el Instituto Tecnológico de la Mitilicultura (Intemit) se mostraron optimistas frente a lo que calificaron se trata de una "tendencia de disminución de marea roja en Los Lagos". Se indicó además que si bien el VAM nunca ha generado casos clínicos documentados en Chile, la normativa nacional e internacional impide las cosechas, extracción y comercialización de recursos marinos con concentraciones de esta toxina cuando se igualan o superan los 20 µg VAM/g de carne.

Según el jefe de proyectos del Intemit, Cristian Segura, "desde el comienzo del verano hacemos el seguimiento a los eventos FAN asociados a veneno amnésico que se han presentados en el mar interior".

Estos eventos, aseveró el doctor Sistemática y Ecología, son normales y se presentan prácticamente todos los años en esta zona, precisando que "la característica principal de esta diatomea es que aparece y desaparece rápidamente, por lo tanto, los mitilicultores deben realizar muestreos intensivos de cultivos, a través del Programa de Sanidad de Moluscos Bivalvos (PSMB), para garantizar la inocuidad de sus mejillones".

La fuente comenta que "lo interesante es que hemos identificado que a contar de comienzos de febrero de 2021, las concertaciones de VAM en carne de mejillones muestran una tendencia significativa a la disminución de toxina, con lo que se espera que en un corto plazo comiencen los procesos de apertura de aquellas áreas que se encuentran cerradas para la extracción de moluscos".

Ubi sunt? II / ¿Dónde están?

¿Dónde están? ¿Qué se han hecho? ¿Por qué se han deshecho?

¿Dónde está la parsimonia? ¡No me digan que la han dejado en el congelador! En tiempos de descontrol, de imprudencia, de fervor, prodiguen mesura, morigeración, cuidado, discreción, control en la palabra y en la acción. Impulsados por la emotividad, es fácil salirse de casillas, descontrolarse y, la verdad sea dicha, necesitamos más quietud, más comedimiento.

¿Dónde está el temple? ¿Por qué se ha apartado de nuestros rasgos de personalidad? ¿Cómo lo podemos resetear? Quizás debiéramos descubrir sus patrones, sus bondades. A saber, es un poco de temperamento, una pizca de genio, una porción de esfuerzo, un pellizco de osadía, entre otros ingredientes. Fácil no es toda esta conjunción, pero hay que descubrirlos en nosotros mismos, cultivarlos, y sostenerlos a todo evento o riesgo.

¿Dónde está la concordancia? ¿Es tan difícil concordar? Ni tanto. Quedar conforme o conformarse con un buen acuerdo es conseguir afinidad, lograr conexión, alcanzar un ajuste entre posiciones parcialmente diferentes. Avenirse o concordar es admitir coincidencias y acercarse paso a paso a convenir, encontrar puntos de unión, de convergencia. Este ejercicio se ha hecho antes, se ha de hacer hoy, se ha de hacer mañana, pronto.

¿Dónde está el equilibrio? Si no es por uno es por otro. Alguien cede, alguien acomete; alguien golpea, alguien recibe; alguien vocifera, alguien se calla. ¿Cómo conciliar? ¿Cómo conseguir el equilibrio? Este es más propio de la ponderación, de la serenidad, del aplomo, del orden. A sucesivas acciones, sucesivas reacciones. ¡Cómo conseguir el equilibrio! Una fórmula puede ser ceder o conceder, acciones propias en uno y en otro, o en uno o en otro. El equilibrio no se establece a mayor o menor impulso o fuerza, sino a mayor reflexión, a más sabiduría, a considerable sensatez y discreción.

¿Dónde está el respeto? ¿Por qué se ha impuesto el irrespeto? ¡Por qué! Y que se enseñoree el respeto no es sinónimo de acatamiento o sumisión de parte del hipotético tú. El respeto implica correspondencia, deferencia, cortesía, compostura. Y es propio de humildes, de sencillos, de llanos. ¿Qué falta hace? Es preciso reinstalarlo, propio de una reactualización. Pero no se confundan, no implica sometimiento ni pleitesía. El respeto es propio de actuaciones plenas de horizontalidad, entre pares, como de jerarquías circunstanciales.

"otro gallo cantaría"

Si reposicionáramos un tantito algunas de estas virtudes personales, otro gallo cantaría. No andaríamos a los tirones, no frunciríamos el ceño tan a menudo, no someteríamos con tanto rigor la voluntad del tú… ¿Cómo hacer? ¿Qué hacer? Elige cada mañana que las palabras llenas de vida sean las que salgan de tu boca. Sé conocido por tu parsimonia, por tu temple, por tu equilibrio, por tu concordancia, por tu respeto, entre otras virtudes.

Parece lista de compras, mas la verdad sea dicha, no se hallan en el portal, ni en el súper, ni en el kiosco de la esquina, ni en la plaza; es triste el panorama.

¿Dónde se consiguen? En el seno familiar. Se consiguen laboriosamente, en la observación, en el silencio, en la quietud, en el sosiego, en el diálogo, y luego viene lo mejor: hay que cultivar, y cultivar, esos valores.

¿Qué hacer, entonces? Dominemos nuestros instintos, razonemos, observemos, meditemos, pensemos, oremos también.

"¿Dónde está el equilibrio? Si no es por uno es por otro. Alguien cede, alguien acomete; alguien golpea, alguien recibe; alguien vocifera, alguien se calla. ¿Cómo conciliar? ¿Cómo conseguir el equilibrio? Este es más propio de la ponderación, de la serenidad, del aplomo, del orden. A sucesivas acciones, sucesivas reacciones. ¡Cómo conseguir el equilibrio! Una fórmula puede ser ceder o conceder, acciones propias en uno y en otro, o en uno o en otro. El equilibrio no se establece a mayor o menor impulso o fuerza, sino a mayor reflexión, ...".

Raúl Caamaño Matamala,, profesor de la Universidad Católica de Temuco