Marcelo Águila Sandoval

El noroeste de la Isla Grande de Chiloé y el golfo Corcovado son reconocidos internacionalmente por la comunidad científica como una de las áreas de mayor índice de avistamiento de ballenas en el hemisferio sur, especialmente de algunas especies.

En verano, con ciertas condiciones que atraen a ejemplares, además de mayor presencia de personas recorriendo la provincia, las observaciones de grandes mamíferos acuáticos son más frecuentes que el resto del año. En esta oportunidad fue en la comuna de Ancud, puntualmente en la playa Guabún, a unos 30 kilómetros, donde testigos pudieron divisar a un par de cetáceos que brindaron un verdadero espectáculo. Aparentemente se trata de una madre -la más visible por sus saltos- y su ballenato.

Uno de ellos fue Álex Azócar, quien incluso pudo tomar fotografías desde la costa, no desde algún bote en el mar o con dron desde los aires. "Estábamos en una actividad de unos surfistas de Guabún en donde también hubo una actividad de limpieza de playa. Acompañé a un amigo a ambas actividades y justo llevé mi cámara y al final del evento comenzó el avistamiento de ballenas y las fotografié con un lente de 400 milímetros", mencionó el chilote que en sus redes sociales (alex_azocar_g en Instagram) comparte muchas imágenes que ha logrado captar de la fauna nativa.

El fotógrafo sumó que "disfrutamos mucho y mostraron su cola y aprovechamos de sacar las fotos que más pudimos y después se pasearon en la playa durante una media hora; además, estuvimos en tierra como a 200 metros de distancia".

Científico

Consultado al respecto, el doctor en Medicina de la Conservación y académico de Medicina Veterinaria de la UNAB (Universidad Andrés Bello), Cayetano Espinosa, logró identificarla a través de las imágenes. "Definitivamente es una ballena jorobada, esa es la especie, una Megaptera novaeangliae. Esta es una ballena bastante común en Chile y en las aguas de Chiloé.

El joven profesional agregó que "está protegida por ley y es una especie muy carismática e interesante porque tiene muchos comportamientos que otras ballenas no, por ejemplo, esos coletazos y saltos que son típicos de las ballenas jorobadas, pero no es la única que hace estos comportamientos aéreos".

Su avistamiento está reglamentado y las embarcaciones que anden por el lugar no pueden acercarse a más de 100 metros del animal. "Esta es una ballena de tamaño mediano y que tiene como tamaño máximo 18 metros. Además, es muy frecuente verlas en el verano, ya que son migratorias; durante el invierno ellas están en aguas cercanas al Ecuador y durante el verano ellas bajan hacia Perú y Chile, alimentándose en aguas chilenas o en aguas antárticas. Y durante el verano lo que hacen es alimentarse para que en el invierno emigren al norte para reproducirse", ilustró Espinosa.

Tras este avistamiento en Guabún, la comuna ancuditana sigue siendo escenario de estas experiencias, como así reportaron visitantes a la turística caleta Puñihuil durante esta semana. En esta zona donde existe el Monumento Natural que forman los islotes existe una rica fauna nativa que va desde los pingüinos de Humboldt y Magallanes hasta nutrias, cormoranes, patos y otras especies.

"Desde el martes que había avistamiento de ballenas en Puñihuil, donde trabajo. Y al otro día, con mis compañeros, decidimos ir a hacer un tour con embarcaciones y vimos dos ballenas francas australes (Eubalaena australis), quienes se mostraban mucho, mostrando su cola y tiraban chorros de agua. Fue muy emocionante, todos estábamos muy felices, ya que es una experiencia única y, aparte, se mostró mucho, entonces fue inolvidable", compartió la joven Camila Cárcamo.

"Disfrutamos mucho y mostraron su cola y aprovechamos de sacar las fotos que más pudimos".

Álex Azócar,, testigo de la aparición

"Esos coletazos y saltos son típicos de las ballenas jorobadas, pero no es la única que hace estos comportamientos aéreos".

Cayetano Espinosa,, académico de la UNAB y doctor en Medicina de la Conservación.