Camilo Burgos, el niño autista que brilla en atletismo
El castreño de 11 años ha visto en esta disciplina una forma de abordar su condición, pero reconoce que sus aspiraciones son mayores. Todo un ejemplo que ha salido adelante con el impulso de su familia.
Camilo Burgos Schneider, es un niño de 11 años que a los 4 fue diagnosticado con autismo. Pese a la existencia de algunas limitantes asociadas a su condición, practica atletismo desde el 2022 y se ha convertido en un referente de esta disciplina, la cual además le ha servido como terapia para ir mejorando su salud mental y bienestar físico.
El propio castreño indica que de pequeño no miraba fijamente a los ojos, ni tenía amistades con otros niños, ya que no se comunicaba de la forma en que sus padres esperaban, ni de acuerdo con lo que se considera "normal" en relaciones infantiles.
Por su autismo llegó a un grado de discapacidad de un 51%. Incluso, no verbalizaba hasta los 4 años. Además, tenía un bajo desarrollo muscular y se caía con frecuencia. Por esta razón, su pediatra le recomendó practicar un deporte, pero a Camilo nada le gustaba. Todo cambió cuando lo invitaron a mirar una media maratón y quiso inscribirse, corriendo con su madre. Fue entonces cuando se abrió un camino inesperado para su familia, lleno de sorpresas y de un constante desafío.
A partir de ese octubre del 2022 se inició en el atletismo, más específicamente en el running. "Todo empezó cuando fui a visitar CyS Radio, donde mi mamá participa de un programa que se llama Pura Pila, estando en ese lugar me invitaron a participar de una corrida que se realizó en Dalcahue y cuando corrí me gustó mucho, ahí comenzó mi historia con este deporte", cuenta Camilo al Diario La Estrella.
Competencia
El talentoso isleño ya ha participado en 23 competencias, en las cuales ha obtenido resultados positivos, especialmente en las últimas presentaciones bajo la preparación de su entrenador Víctor Hernández, conocido como el "Hijo del Viento". En su última actividad obtuvo el primer lugar categoría infantil, en la tercera Media Maratón Internacional Ruta de Los Ulmos, efectuada en febrero pasado en Los Muermos, oportunidad en la cual corrió un total de 2 kilómetros.
Su próximo certamen será en la ciudad de Frutillar este próximo 30 de marzo. Serán 5K y espera llegar preparado de la mejor forma. "Estoy entrenando cinco veces (a la semana) en el Polideportivo, ahí entreno coordinación, escaleras y lo que hacen todos los demás deportistas", aclara.
Asimismo, Burgos reconoce que disfruta participando en competencias porque siente "que es divertido correr, al principio me cansaba mucho pero después me fui acostumbrando y tolerando la exigencia física". Agrega que "la carrera que más me gustó es la Copa Castro, porque había muchos niños y muchas categorías", insistiendo en que "cuando corro disfruto mucho del paisaje, pero de lo que más disfruto es correr, mi estrategia es brasear más fuerte cuando estoy cansado o ir guardando energía para rematar en los metros finales".
Eliud Kipchoge el deportista keniano que compite en atletismo, especialista en las carreras de fondo, bicampeón olímpico en maratón en los años 2016 y 2020, y campeón mundial de 5.000 metros en 2003, es la inspiración de este chilote. "Mi sueño es seguir corriendo y asistir a los Juegos Panamericanos algún día", proyecta.
Igualmente, Camilo encontró en el atletismo una terapia de sanación. Así lo admite su madre, Ingrid Schneider, remarcando que "antes le molestaban mucho las aglomeraciones y los ruidos, pero cuando corre deja de pensar en las cosas que le atormentan, incluso ha mejorado mucho con su alimentación" .
Asimismo, la mamá admite que los primeros años fueron muy difíciles para su familia, ya que desconocían por completo el autismo. "Nos ha servido para mantenernos activos y más unidos, organizamos nuestra vida familiar para apoyar a Camilo en este deporte que le hace sentir feliz y además le ha permitido superar más dificultades, porque antes no hablaba y gracias al deporte ha fortalecido la parte mental, reordenado sus ideas, mejorado su apetito y además ha fortalecido su musculatura", consigna.
Mensaje
La historia de Camilo es una fuente de inspiración para muchos niños con TEA (trastorno del espectro autista). Y así lo indica el propio niño: "El mensaje que puedo entregar es que nunca se rindan y que nada es imposible, además el deporte es muy divertido, creo que para los niños que somos autistas es importante tener una especialidad en lo deportivo".
Junto con lo anterior, Ingrid Schneider afirma que el deporte ha servido para "romper con los paradigmas, pienso que el deporte es la solución a muchas de las cosas que le pasan a nuestros hijos por no moverse, puesto que los niños autistas no se mueven, porque lo que más usan es su mente, por eso juegan deportes como el ajedrez o juegos electrónicos".
La madre igual espera que la historia junto a su hijo sirva para otras familias. "Hay muchos papás que no aceptan que su hijo sea distinto, pero para nosotros ese fue nuestro puntal. Que él sea diferente es lo mejor que nos podría haber pasado, yo le digo a las madres de ChiloTEA (agrupación dedicada al autismo en Chiloé) hagan que sus hijos jueguen, que se ensucien. Hay que moverse porque cuando el cuerpo no se mueve, la cabeza empieza a pensar mucho", concluye.