César Cárdenas Ruiz

Durante esta jornada, en todo el país se celebra el Día del Niño, una conmemoración anual dedicada a la "fraternidad y a la comprensión de la infancia en el mundo".

Para los niños, sus anhelos y aspiraciones no tienen límites. La verdadera magia de los más pequeños está en su capacidad de transportarse a otras realidades, saliendo de su rutina, despertando emociones incluso desconocidas para ellos.

Llega un momento en el que el mundo no tiene ninguna frontera; la fantasía y la imaginación invaden todo lo que los rodea. Ese mundo fantástico les ayuda a divertirse, a fomentar su autoestima y a crear relaciones con otros menores con los que comparten esas ilusiones.

Su imaginación es desbordante y a veces es necesario sumergirse en ese mundo infantil, para recordar cómo los adultos nos sentíamos en ese instante cuando todo era descubrir.

Es así como ofrecer contundentes respuestas cuando los niños preguntan sobre el sentido de la vida es una tarea para nada fácil, esto porque en muchas ocasiones las explicaciones tampoco están a nuestro alcance; es fundamental nunca dejar de soñar, y en la vida de los infantes esta frase parece cobrar mucha más importancia a la hora de elegir cuál es el motivo sobre el que desean que su vida gire más adelante.

Crecimiento

La rica cultura de Chiloé, sumado al singular estilo de vida de sus habitantes, ofrece a los niños isleños un crecimiento rodeado del folclor propio de esta tierra. Las costumbres, música, gastronomía, sus comunas y pueblos enclavados a orillas del mar o en medio de los valles, generan en los "regalones de la casa" un arraigo único a sus costumbres e idiosincrasia.

Con todos estos elementos, es aquí donde resulta necesario hacer una parada y preguntarse: ¿Con qué sueñan los niños de Chiloé? Sin duda, una interrogante nada sencilla de responder. Pero qué mejor que ser contestada por "esos locos bajitos" como repetía la canción de Joan Manuel Serrat.

En el caso de Génesis Torres, de 4 años de edad, sostiene que su "mayor sueño es tener una cocina grande porque cuando grande quiero ser cocinera y también pintar las uñas como lo hace mi mamá Caro porque ella las pinta bonito y también mi sueño es jugar siempre, siempre, hasta cuando sea grande".

Por su parte, Santiago Caro de 5 años, dice que él "sueña con que los niños y animalitos del mundo sean felices siempre, tengan donde vivir, y no pasen hambre. Cuando grande me gustaría ser espía, enfermero y doctor".

También están los mellizos Gaspar e Isabella Mendoza, de 5 años, el primero de ellos asegura que anhela "ser policía, atrapar a los ladrones cuando sea grande y usar mi pistola para atrapar a los ladrones con las joyas y las monedas de la gente". En tanto, la menor comenta que "mi sueño es ser doctora para hacerle las vacunas a la gente, también darle remedio a la gente cuando está enferma, y sacar el bebé de la guatita cuando están embarazadas".

Desde otro lugar, Agustina Hernández a sus 4 años, afirma que todo el tiempo piensa con "cosas bonitas, y cuando grande quiero ser como mi mamá". Quien también opina acerca de este tema es Vicente Navarrete (5), manifestando que cuando grande "me gustaría jugar al fútbol y básquetbol. También me gustaría divertirme, mirar videos, hacer travesuras y pijamadas".

Otro testimonio es el de Maite Mansilla (7), la que ansía poder contar con "una maquinita de heladitos, y cuando se le acabe el helado le ponemos pilas y aparezca de nuevo el helado, el que puede ser de chocolate, vainilla o de chicle, y también quiero estar con mi familia y cuando grande quiero ser una maestra".

A ella se une Ángel Arévalo (9), quien agrega que "mi sueño es aprender a manejar y tener un auto, ser carabinero y tener otro hermano".

Los que también cuentan su historia de ilusiones son los hermanos Ampuero: Lucas de 3 años que sueña con "comer muchos dulces". Igualmente Rafael de 5, va más allá relatando que "mi sueño es conocer al hombre araña".

Asimismo, artes están presentes y en el caso de Anaís Cumicheo (5), remarca que "algún día me gustaría ir a competencias de gimnasia rítmica y con la ayuda de Dios poder representar a mi ciudad y país. Cada día aprendo más tips y técnicas y me encantan mis mallas".

Si de recorrer el mundo se trata, Julieta Cárdenas (4), confirma que su principal ilusión es "ir en avión a Estados Unidos a la casa de Mickey Mouse y conocer a la Minnie. También cuando grande quiero ser bombera".

Continuando en la línea de lo internacional, está el caso particular de Hana Nonaka de 5 años, oriunda de Japón, actualmente con residencia en Londres, pero de padre ancuditano.

Si bien, su progenitor se llama Jorge Ulloa, por temas administrativos propios de la cultura nipona, se hace mucho más práctico llevar el apellido de su madre. La pequeña ciudadana del mundo relata que en el futuro "quiero ser mamá y ser profesora de danza. También quiero viajar por el mundo con mis hijos y mostrarles cómo es Chile", expuso.

Discapacidad

Vivir con algún tipo de discapacidad ya sea motora o cognitiva, podría ser sinónimo de estancamiento para muchos niños y jóvenes chilotes, que aspiran con un mañana mucho más próspero.

Si el mundo es para todos y todas, ¿por qué no está hecho así? Una pregunta que por largo tiempo ha sido compleja de responder, en una sociedad que a pesar de evolucionar en cuanto al concepto de inclusión, sigue fragmentada en estas materias.

Nada de lo anterior es aplicable a la historia de vida de Yuliet Aguilar y Cristóbal Barrera de 8 y 6 años, respectivamente, ambos usuarios del Centro de Rehabilitación del Club de Leones de Ancud, entidad que presta atención a personas de diversos puntos del Archipiélago e incluso de la Región de Los Lagos.

Sin ir más lejos, Yuliet, proveniente de la capital chilota, es la símbolo de la campaña 2022 del organismo. Su sueño es conmovedor, puesto que se ilusiona con "poder caminar y hablar". Su compañero Cristóbal, precisa que "mi sueño es ser futbolista". Sin duda, para esta pareja de pequeños la motivación no es para nada un problema. Ellos saben que lo esencial es contar con un espíritu de superación aprueba de todo.

Alguien que sin lugar a dudas es voz autorizada a la hora de analizar a los niños y sus sueños, es Vanesa Muñoz, directora del Programa de Reparación de Maltrato (PRM) Castro de la Fundación Ciudad del Niño.

Con el correr de los años y en medio de una vorágine de incertidumbre en la sociedad producto de múltiples factores, la profesional hizo hincapié en los retos que constituye la niñez en la zona. "Respecto del Día del Niño y Niña, uno de nuestros grandes desafíos en la región es la sensibilización a todo nivel. Nuestra experiencia en la intervención refleja que el trauma derivado de la vulneración de derechos deber ser abordado en distintos niveles. Afortunadamente, se está comprendiendo como algo global y se ha tomado conciencia de un nuevo enfoque en el trabajo con la niñez", aclara.

Añade que "hoy vemos que los tribunales están cambiando su mirada, los centros de salud, establecimientos educacionales también, y ese es el desafío, todos somos responsables y cogarantes en los derechos de niños y niñas".

La personera enfatiza en que, por otro lado, "hemos visto que en el territorio cada vez más se están visibilizando temas de negligencia crónica, niños vulnerados en sus derechos de modo crónico y eso está recién siendo concebido por los tribunales, por los cogarantes y los colegios".

Finalmente, puntualiza que "en estos casos la afectación va más allá de una vulneración puntual, se suman otros factores, negligencias, consumo de alcohol, precariedad laboral, entre otros, y creemos que se debe actuar ante estas circunstancias. Valoramos como un avance la vuelta a la presencialidad en los colegios, los cuales están muy atentos a garantizar los derechos de los niños y niñas. Hay bastante interés de los establecimientos en tomar medidas de protección, denuncia y cuidado".

Opd

Referirse a los niños y sus sueños, es una fuente inagotable de ideas y proyectos de vida. Daniela Valencia, encargada de la Oficina de Protección de Derechos de la Infancia y Adolescencia (OPD), Zona Norte de Ancud, en el contexto de la coyuntura de esta jornada dominical especifica que "hoy cuando celebramos el Día del Niño y la Niña en nombre del equipo de la Oficina de Protección de Derechos, les enviamos un cariñoso y fraternal saludo a cada uno de los niños y niñas que forman parte de nuestra comunidad. Les deseamos que sus días estén llenos de amor y felicidad, que la diversión y la alegría estén siempre presentes en base a un entorno seguro y protegido".

Harry Grayde, director ejecutivo de World Vision Chile, inclina su postura a aquellas necesidades que aún existen en la primera edad.

"Agosto, sinónimo de Día del Niño. Una efeméride que debiese invitarnos a reflexionar sobre la niñez, el colectivo social más vulnerable y que sufre más severamente las crisis y los problemas del mundo. Y aunque la fecha es una invitación a celebrar, todavía hay aspectos en los que debemos mejorar para que la alegría sea completa".

Suma la fuente que "Chile sigue en deuda con su niñez, especialmente con la más vulnerable e injustamente invisibilizada. Como nación y pese a contar por fin con una muy postergada Ley de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, se ha avanzado tibiamente en reconocer a NNA (niños, niñas y adolescentes) como sujetos de derecho, con opinión, capaces de incidir en su propia vida y en el mundo que anhelan construir".