Pedro Bárcena González

Privada de libertad quedó ayer una pareja de adolescentes tras ser vinculada a un feroz asalto contra un conductor de aplicación, el cual se produjo en el sector del barrio industrial de Quellón. Tras la sindicación directa de la víctima se logró la detención de los imputados.

La férrea y oportuna intervención del transportista de 59 años permitió la activación del operativo de la Sexta Comisaría de Carabineros local. Al concurrir hasta el hospital porteño, debido a las lesiones punzantes que recibió en el atraco, se percató de la presencia de los encartados, puesto que la mujer de 18 años igual resultó herida en el forcejeo y requirió atención.

De esta forma, el afectado oriundo de Ancud denunció a la policía que se constituyó en el centro asistencial, concretando la aprehensión de los sospechosos, quienes fueron puestos a disposición del Juzgado Mixto de Quellón.

En la audiencia de este martes, el defensor Daniel Fuenzalida incidentó la legalidad del procedimiento de los uniformados, remarcando que llevaron a cabo diligencias autónomas sin instrucción del Ministerio Público.

"Junto con consultarles los efectivos policiales a mis representados una serie de antecedentes que van más allá de la corroboración de sus identidades, todo esto sin presencia de un abogado en lo que casi se convertía en una toma de declaración, incluso al imputado que había colaborado dando cuenta dónde había arrojado el arma blanca, se lo llevaron hasta el borde costero para buscar el cuchillo", explicó el jurista.

Insistiendo que estas "diligencias investigativas no están permitidas por el Código Procesal Penal", el profesional recalcó que los carabineros "se comunicaron con el fiscal mucho después". Un despliegue que vulneraría las garantías de los jóvenes.

Sin embargo, la magistrada Claudia Villa, ante la sindicación directa de la víctima y con el antecedente que se encontró a bordo del vehículo un bolso con una identificación de la imputada de iniciales M. I. V. V., estimó que el dispositivo fue ajustado a derecho.

Asimismo, en la sesión judicial el fiscal (s) Marco Antimilla formalizó a la isleña como al sujeto individualizado como B. Ó. D. C. (19) por el delito de robo con violencia.

Para justificar la existencia del ilícito como la participación de la pareja, el persecutor detalló la dinámica del ataque, enfatizando que "estas dos personas ven a la víctima salir del banco y le solicitan una carrera, puesto que se dedica al transporte de Uber y en el sector del barrio costero lo apuñalan con arma blanca y lo golpean". Solo la valiente oposición del chofer evitó que le sustrajeran dinero o especies. Eso sí, sufrió lesiones al costado izquierdo del abdomen.

Precautoria

Igualmente, el abogado invocó la cautelar más intensiva, en virtud de la gravedad y penalidad del delito encausado, mencionando que la libertad de los encartados "constituye un peligro para la seguridad de la comuna y el transportista".

A pesar que el defensor se opuso a esta precautoria, reiterando la presunta ilegalidad en la detención, como también que sus representados tienen irreprochable conducta anterior y que la causa puede terminar en un procedimiento abreviado con pena sustitutiva, la sentenciadora decretó la prisión preventiva.

60 días dictó la jueza para el desarrollo de la indagatoria por esta causa de robo con violencia

Un derrumbe de un muro de contención y con el posterior desplazamiento de masa, puso en riesgo durante la mañana de ayer a una familia de Queilen. La emergencia causó la destrucción de una bodega, gatillando la concurrencia de Bomberos y personal municipal para el resguardo del sector.

Poco después de las 8.30 horas se habría registrado la contingencia, que incluso pudo afectar la vivienda ocupada por dos adultos y un menor de 11 años, puesto que el deslizamiento de tierra abarcó un terreno hasta menos de un metro de la casa.

Así lo describió Luisa Valeria Tavie, quien había salido minutos antes de la alerta de su hogar. "Como a las 8.30 fui al hospital y en menos de media hora regreso, viendo que se cayó el muro de cemento con parte del cerro", advirtió la vecina, añadiendo que el galpón donde guardaba leña, herramientas y otras especies, "también se fue abajo quedando todo en la calle (Presidente Kennedy)".

La pobladora agregó que "vivo con una tía de 83 años que es discapacitada, quien quedó súper mal con lo que pasó. Solo de milagro no alcanzó a la casa y no hubo lesionados, pero debimos salir de la vivienda por los riesgos".

Tras acudir a la Dirección de Obras Municipales para coordinar que maquinaria retire el material, la afectada llamó a Bomberos que se constituyó con voluntarios de la Segunda compañía local.

Según el comandante Ronald Fuentes, a las 11.15 horas fueron despachados al lugar. "Se trató de un derrumbe que daba a la vía pública. Trabajamos en apuntalar la estructura que quedó colgando, para asegurar que no se caiga en su totalidad o genere más problemas", enfatizó el oficial.